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la economía de los recintos militares

Bajo la sombra de otro ERE

Los trabajadores de la empresa de la base de Morón afrontan el despido de 66 compañeros Creen que, en los próximos meses, se destruirán más puestos

Antonio J. Mora
Los trabajadores de la base de Morón, en una concentración en el recinto.
Los trabajadores de la base de Morón, en una concentración en el recinto.julián rojas

Sus gafas de sol ocultan angustia y sorpresa. Le cuesta asimilar la noticia. Juan José Gallardo tiene 40 años y durante 15 ha trabajado como administrativo en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). Es uno de los 66 empleados afectados por el ERE ejecutado por la empresa encargada de los servicios de mantenimiento del recinto militar. Gallardo está casado, tiene dos hijos, “una hipoteca que pagar” y el claro empeño de buscar empleo “desde ya”. Junto a este convencimiento, bajo esas lentes oscuras también se oculta el batacazo que un expediente de regulación de empleo supone para una plantilla, más cuando los trabajadores avistan otro en el horizonte.

El presidente del comité de empresa, José Armando Rodríguez, recuerda que en agosto de 2010, cuando la compañía Vinnell-Brown & Root Spain (VBR) aterrizó en Morón, en la base trabajaban 594 empleados. A los pocos meses, la empresa anunció el despido de 286 empleados (finalmente afectó a 119). Las aguas parecían calmadas hasta que en mayo de este año, a través de una web de contratación del Gobierno estadounidense, se filtrara un nuevo expediente con 144 afectados, para ejecutar de cara a la adjudicación en 2014 del nuevo contrato de explotación de estos servicios. “Ahora han sido 66 pero, en febrero o marzo, anunciarán el despido de otros 80 hasta alcanzar esa cifra”, vaticina el representante. “Han cambiado su política de gestión, están americanizando la base ante la pasividad del Gobierno. Estamos totalmente indefensos”, explica.

Han cambiado su política de gestión, están americanizando la base ante la pasividad del Gobierno

Presidente del comité

A pesar de que la empresa, con la que este periódico ha intentado hablar sin éxito, alega razones productivas, los trabajadores presentarán una demanda colectiva ya que “el ERE no está justificado”. Argumentan que la carga de trabajo ha aumentado un 30%. “El criterio para los despidos ha sido arbitrario. No han tenido en cuenta ni antigüedad, ni formación... no les importa cómo va a funcionar la empresa”, explica el presidente, quien asegura que lo único que le preocupa a la empresa es “hacerse” en 2014 con el nuevo contrato, que incluye la adjudicación de los servicios de mantenimiento en las bases estadounidenses en Turquía. “Para ellos, la de Morón es un peaje que tienen que pagar”, añade el portavoz del comité, Javier Domínguez.

Esta actitud, según Rodríguez, ha quedado manifiesta a lo largo del proceso de negociación del despido colectivo. “Le hemos presentado un plan de viabilidad que contemplaba desde la creación de 10 puestos de trabajo hasta la opción de tener en cuenta bajas voluntarias. No se han molestado en estudiarlo. Tenían muy claro a lo que iban”, denuncia el presidente. Además, los trabajadores insisten en que se sienten desamparados. “Hemos denunciado que hay marines que están ocupando nuestros puestos pero Inspección de Trabajo hace oídos sordos”, critica Domínguez.

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Sobre la firma

Antonio J. Mora
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue redactor en la delegación en Andalucía durante más de seis años y, actualmente, es portadista web. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de periodismo de EL PAÍS, también trabajó en Diario Sur e Infolocalia. En 2009, ganó el premio nacional Alma de Periodista.

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