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La Ertzaintza desplegó 282 agentes y 34 furgonetas en el arresto de Alkorta

104 policías estaban en su día libre, lo que supuso un coste de 13.977 euros para sufragar sus retribuciones

Vitoria -
La Ertzaintza detiene a la colaboradora de ETA Urtza Alkorta el pasado mayo en Ondarroa.
La Ertzaintza detiene a la colaboradora de ETA Urtza Alkorta el pasado mayo en Ondarroa.AP

Un total de 282 ertzainas participaron en el arresto de la presunta colaboradora de ETA, Urtza Alkorta, el pasado 15 de mayo en Ondarroa, en el que se utilizaron 34 furgonetas antidisturbios, cuatro coches y dos embarcaciones. Estos datos se recogen en la respuesta parlamentaria remitida por la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, a UPyD.

De los 282 ertzainas que se desplazaron hasta la localidad vizcaína, 104 estaban en sus días libres. Su incorporación al operativo le supuso al Departamento 13.977 euros para pagar sus retribuciones. Los salarios del resto de policías, que estaban de turno, "no son imputables al operativo", según la consejera.

Además, se constituyó una mesa de crisis en Bilbao compuesta por doce responsables policiales y altos cargos del Departamento. Las 34 furgonetas antidisturbios tuvieron un gasto en carburante de 457 euros y los cuatro coches y las dos embarcaciones de 30 euros, respectivamente.

La detención de Alkorta precisó del desalojo previo por parte de la Ertzaintza de un puente, en el que vecinos del municipio se concentraron varios días para tratar de impedir el arresto. Tres parlamentarios de EH Bildu, entre ellos su portavoz, Laura Mintegi, estuvieron en el lugar cuando comenzó el arresto.

La presencia de Mintegi estuvo rodeada de polémica, tras difundirse en los medios de comunicación una conversación que mantuvo con un ertzaina en la que le advertía de que había hablado con la consejera y tenía su teléfono para volver a llamarla.

Beltrán de Heredia, por su parte, negó en sede parlamentaria haber mantenido negociaciones con Mintegi para acordar el operativo porque éste respondió a un criterio "policial y no político" y explicó que se había limitado a pedir "responsabilidad" a la representante de la izquierda abertzale.

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