La huelga de autobuses amenaza las nuevas líneas del ‘bus rápido’

El sindicato Actub, el segundo más votado entre los conductores de autobús de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), amenazó ayer con boicotear la puesta en marcha de las cinco nuevas líneas de la red ortogonal que la empresa pública tiene previsto poner en marcha este otoño. La protesta se haría para defender el reingreso de A. B., un conductor acusado de agredir a un pasajero en abril. TMB lo expulsó de la empresa por una falta grave. Los sindicatos alegan que actuó en defensa propia.

De hecho, los paros parciales que han tenido que vivir con paciencia los barceloneses desde julio responden precisamente al apoyo que todos los sindicatos han dado al trabajador despedido. “Haremos lo que sea necesario para que nuestro compañero sea readmitido”, dijo ayer Faustino Mondragón (Actub). El líder sindical criticó que TMB centre sus esfuerzos en la red ortogonal y no en garantizar la seguridad de sus conductores.

De ser así, se repetiría el escenario de hace un año, cuando la huelga de los empleados de TMB eclipsó la puesta en marcha de los cinco primeros corredores del bus rápido. Los trabajadores reivindicaban entonces que no se les bajaran su salario.

El incidente que ha desatado el enfrentamiento entre los trabajadores y TMB se remonta al pasado 22 de abril. A. B. conducía el autobús que prestaba servicio en la línea 14. Según el atestado policial, a la una de la tarde el vehículo circulaba por la Vía Icaria cuando se desató una pelea entre el conductor y un pasajero, que iba acompañado de su hija de seis años.

Según el testimonio de los pasajeros, recogidos en el documento policial, A. B. le recriminó al pasajero que su pequeña golpeara con los pies la mampara que separa al conductor del pasaje. Esto habría originado la discusión, que terminó a los golpes. “¡Que a mí me vas a decir qué!”, recuerdan los testigos que gritó el conductor, que posteriormente echó el freno de mano y propinó un cabezazo al pasajero, que perdió varias piezas dentales. Una vez en el suelo, asegura el atestado, A.B. continuó agrediéndolo “reiteradamente”.

Los sindicatos afirman que “en el 99% de los casos” la víctima de las agresiones es el trabajador

El documento policial también asegura que, de acuerdo con los presentes en el momento de la agresión, el pasajero rogó al conductor que dejara de golpearle porque su hija estaba presente. “La agresión no se paró hasta que el resto de pasajeros pidieron al conductor que abriese las puertas para avisar a la patrulla de los Mossos”, dice el atestado.

Cuando los agentes llegaron al autobús, se encontraron con un hombre, con la cara sangrando y un corte en la frente y una niña, que era consolada por otra pasajera. El herido fue trasladado al CAP de Sant Martí de Provençals y el conductor fue detenido y puesto a disposición judicial acusado de un delito de lesiones. Está ahora en libertad con cargos.

TMB abrió un expediente que terminó con el despido del trabajador por considerar que se trataba de una falta grave. Este, a su vez, demandó a la empresa por considerar que el despido era improcedente. Y el pasajero herido demandó a A. B. por lesiones. Ambas causas están en los juzgados y los sindicatos critican que TMB no esperara a conocer el veredicto judicial sobre la pelea antes de ejecutar una medida como el despido.

Los sindicatos no han dudado en apoyar al compañero expulsado. Los trabajadores siempre se han quejado de las pocas garantías que tienen a la hora de desempeñar su trabajo y aseguran que el incivismo es rampante en algunas líneas. Algo que la empresa niega, y sostiene que tiene los mecanismos y protocolos necesarios para proteger la integridad de los conductores. “La empresa tiene que ser consciente que en el 99,99 % de los casos de agresión el conductor es la víctima, y que alguna vez tenía que pasar que algún conductor explotara”, aseguran desde el UGT. El pulso se mantiene y sindicatos beligerantes como COS han publicado algún vídeo donde se ve a un pasajero intentando agredir a un conductor del Bus Turistic.

Tras las huelgas parciales de junio y de la semana pasada, ayer comenzó el parón parcial e indefinido. El comité de huelga lo conforman los sindicatos minoritarios, ya que CC OO, SIT y UGT se desmarcaron de la convocatoria de huelga indefinida. Los parones se hacen los días laborables entre las 09.00 y las 11.00, de las 19.30 a las 21.30 y de las 02.00 a las 04.00.

La huelga hasta el pasado viernes, que sí era apoyada por todos los sindicatos, contó ese día con un seguimiento del 45% según TMB y 70% según los trabajadores. La de ayer, según la empresa, fue de 6,5% contra el 60% que sostienen los trabajadores. El transporte se enfrenta a un otoño caliente.