“Se evoluciona sobre lo que se conoce bien”

El bailarín-bailaor catalán Jesús Carmona (Barcelona, 1985) viene a estrenar hoy en Madrid con 28 años recién cumplidos su nueva apuesta de baile unipersonal, 7 balcones, en el Teatro Sanpol; será una función única antes de emprender otra vez su itinerante vida. Primer bailarín del Ballet Nacional de España [BNE]de 2007 a 2010, figura precoz de gran fuerza que despuntara casi adolescente en la compañía madrileña de Ángel Rojas y Carlos Rodríguez, Carmona se ha labrado fama de constante y entregado. Desde el pasado diciembre se encerró a pergeñar un mosaico de estilos y palos que dibujen ese punto de excelencia que es su meta. Propone un viaje autobiográfico por siete ciudades que han marcado su vida artística y personal.

Pregunta. ¿Cómo fueron sus comienzos en el baile?

Respuesta. Para mí fue algo natural, instinto propio, desde chiquito sabía lo que quería hacer. Sonia Poveda, mi primera maestra, me llevaba a oír a su hermano Miguel, a ver a otros artistas. Sabía que dejaba atrás muchas cosas, los amigos, las diversiones de la juventud. Con 15 años debuté en el Teatro Zorrilla de Badalona con la Orquesta de Barcelona y a los 16, Rojas y Rodríguez me quisieron para su compañía. Entonces vine a Madrid. A los del Nuevo Ballet Español tengo mucho que agradecerles.

P. ¿Y cuando dijo en casa que quería bailar?

R. Total apoyo. Vengo de una familia muy humilde; tengo cinco hermanos y mis padres siempre han dicho que los hijos tenemos que cumplir los sueños.

P. ¿Cómo fue su etapa en el Ballet Nacional?

R. Con José Antonio [ex director del BNE] aprendí muchísimo. ¡Me enseñó tanto! Desde el rigor en el escenario hasta las buenas oportunidades que me dio, como hacer Alborada del gracioso en el Teatro de La Zarzuela. Fue una etapa cómoda y feliz, y allí bailé el repertorio español.

P. ¿Y qué pasa con ese repertorio que aprendió?

R. Volverá con la madurez, ahora me apetece soltar lo que tengo dentro, mis inquietudes e imágenes. Soy consciente de mis posibilidades y quiero hacerlo con el máximo de calidad.

P. ¿Maestros decisivos?

R. Sonia Poveda me dio el sentido del bailar. Después profundicé con maría Magdalena, El Güito, Manolete, Antonio Canales… Canales es muy importante para mí. Aún hoy le veo hacer un zapateado y es maravilloso.

P. ¿Cuáles son sus figuras de referencia en la profesión?

R. Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades, Antonio Canales. Me he imbuido, me he metido de cabeza en sus vídeos y en sus películas, que las he visto mil veces. Siempre aprendo.

P. ¿Y cómo ve la fusión en el baile flamenco?

R. Como nombre no me gusta, prefiero “evolución”, hacia delante, siempre con una buena base, con conciencia de que se hace tanto en el flamenco como en la danza española. Se puede evolucionar bien técnicamente sobre lo que se conoce a fondo.

P. ¿Y lo de las músicas alternativas a la tradición?

R. Si tienen una lógica y un porqué justificado dentro del espectáculo, sí. Todo debe estar estudiado y ser entendible; añadir en vez de restar. No entiendo ni acepto los “sin por qué”. Hay que meditar mucho la música que se usa para bailar.

P. ¿Baile puro o ballet de argumento? ¿Dónde está más cómodo?

R. Como bailarín dirigido, es mejor el ballet de argumento, pero como director, estoy más cerca del ballet conceptual. Trabajo con conceptos. Los grandes ballets corresponden a una época. Hoy estamos en otra etapa.

P. ¿Cómo ve su generación?

R. Somos la generación más preparada y con más técnica; esto ha evolucionado muchísimo, tengo compañeros que son excelentes y se habla mucho de los de antes, pero entendiendo que lo que vemos, los mitos, son lo mejore, no el conjunto del pasado. Hoy hay mucho arte, muchísima energía. En el futuro se verá lo que dejamos de valor.

P. ¿Cómo ve la realidad del baile?

R. El flamenco fuera de España está de moda. Aquí, como está el país,... lo veo muy mal. Es verdad que tendría que haber ayudas a los artistas y a los teatros, pero si pienso que mi hermano lleva cuatro años en el paro ¿cómo voy a ir yo a pedir una subvención? Hay que apostar por uno mismo.