Archivada la causa por la muerte de un niño en una cabalgata de Reyes
La Audiencia Provincial desestima los recursos presentados por la fiscalía y la familia
Carpetazo definitivo a cualquier responsabilidad penal en la muerte del niño de 6 años que el pasado 5 de enero fue arrollado por una carroza de la cabalgata de Reyes de Málaga. La Audiencia Provincial ha desestimado los recursos de apelación presentados por la fiscalía y por la familia del menor contra el archivo provisional dictado por el Juzgado de Instrucción 1 y extingue definitivamente la investigación por esta vía.
El atropello se produjo media hora después de que se iniciara el desfile. El pequeño fue a coger caramelos junto a otros niños y se metió debajo de una de las carrozas. En un primer momento, fue atendido por su padre, que es forense de profesión, y por personal del Servicio de Emergencias Sanitarias del 061, aunque no se pudo hacer nada para reanimar al menor y murió pocos minutos después.
Un juzgado abrió diligencias para investigar los hechos, aunque archivó provisionalmente la causa un mes después al considerar que no existía responsabilidad penal en lo que había sucedido tras estudiar la documentación remitida por el Ayuntamiento y los informes periciales. La familia recurrió esa decisión, que consideró “prematura”, y reclamó que se citara como imputados al conductor del vehículo y al responsable de la organización y seguridad de la cabalgata, además de a varios testigos. La fiscalía se adhirió poco después a esta petición al entender que eran necesarias nuevas diligencias para determinar si existió alguna imprudencia.
Imprudencia civil
La Audiencia de Málaga zanja ahora el asunto y se suma a la tesis del Juzgado de Instrucción 1 de que en todo caso se trataría de una “imprudencia civil”, según el auto de la Sección Primera. El tribunal considera que las posibles responsabilidades serían “infracciones administrativas que no merecerían el reproche penal, pese al desgraciado y nefasto resultado final”.
El conductor manejaba el vehículo a una velocidad “adecuada”, que era la mínima (a paso de peatón), y sin tener afectadas sus facultades. El juzgado entiende que esta persona “ni pudo advertir el peligro, ni pudo evitarlo” pues, “difícilmente”, pudo darse cuenta de que el niño, “de forma repentina, espontánea y sorpresiva, se escapase de sus padres” y se acercase hasta la carroza para coger caramelos. Una de las conclusiones del tribunal es que no toda imprudencia o negligencia “debe ser incardinada, sin más, en el ámbito criminal”.
El suceso causó gran conmoción en Málaga y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a petición del Ayuntamiento, elaboró un decálogo orientativo con medidas para garantizar la seguridad en actos públicos masivos con vehículos a motor. Con el título Cabalgata segura, una de las recomendaciones se centra en que voluntarios autorizados y formados acompañen a pie las carrozas. También se aconseja que los menores que participen en el desfile tengan autorización firmada de sus padres.
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