Díaz toma posesión con un mensaje de colaboración al Gobierno central
La nueva presidenta de la Junta de Andalucía toma posesión del cargo
En política, a veces las ausencias son tan importantes como las presencias. Pero no fue eso lo que se ha palpado este sábado en la toma de posesión de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía. Todo el que es o ha sido algo en la órbita del PSOE acudió al Parlamento autónomo para ver y escuchar a la heredera de Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán jurar por su conciencia y honor el cargo. La primera mujer en hacerlo.
La foto de estos cuatro presidentes juntos no existe porque nunca fue posible, no se sabe por qué o, tal vez, por quién. Díaz los ha reunido este sábado. Se ha situado en el centro de los cuatro, con el busto de Blas Infante detrás. Todos han cumplido los 65; todos hombres; todos licenciados en Derecho por la Universidad de Sevilla; todos de clase acomodada; y todos, como ella, del PSOE de Andalucía. Si el PP no lo evita en unas próximas elecciones, Díaz tiene la intención de quedarse por mucho tiempo y alargar aún más el ciclo socialista en Andalucía, que empezó en 1982, hace 31 años.
La toma de posesión de Díaz ha sido la más multitudinaria de todas las que se han celebrado —acudieron más de 600 personas— y también la más popular, por la presencia de su gente del barrio sevillano de Triana, que le gritaron “ole”, “guapa” y “bravo”. No fueron, sin embargo, piropos lo que escucharon los invitados al acto cuando entraron al Parlamento, donde un grupo de interinos profirió gritos de “sinvergüenzas” y “comunistas corruptos”.
La llegada de Díaz a la presidencia de la Junta ha levantado una gran expectación no solo en sus filas sino también en el PP, como admitió su presidente regional, Juan Ignacio Zoido, quien dijo tener el “lógico” interés por ver si va a “cambiar el modelo” o si va a continuar con las mismas políticas de Griñán. Zoido asistió al acto pero no como jefe de la oposición andaluza sino en su condición de alcalde de Sevilla, como él mismo se encargó de subrayar.
En su toma de posesión, la presidenta ha insistido en el mensaje de que gobernará con transparencia y cercanía, como ya dijo en su investidura: “Quiero gobernar con las ventanas abiertas para oír lo que dice la calle. Y voy a gobernar con humildad. Quiero escuchar a todos, incluso a mis adversarios políticos”, afirmó. También prometió “dejarse la piel para crear empleo”.
Díaz ha tendido la mano al Gobierno central, representado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. “Hay que buscar aquello que nos une y no lo que nos separa”, ha dicho. Montoro ha admitido que la relación con Griñán ha estado presidida por “la lealtad de fondo” y ha asegurado que el Ejecutivo del PP “seguirá garantizando la financiación de los servicios públicos”.
El discurso de Díaz ha sido más emotivo que político. Ha dedicado un agradecimiento “especial” a José Luis Rodríguez Zapatero, presente en el acto. Ha dicho sentirse “heredera de la lucha por la igualdad” emprendida por Zapatero, algo que, según ha asegurado, el “tiempo reconocerá”. La presidenta aprovechó su toma de posesión para tapar una laguna de su discurso de investidura, en el que no ha citado a Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza. Ha depositado una corona de flores ante la estatua del precursor del andalucismo, cuyos escritos son una referencia para muy pocos en el PSOE.
La presencia de dirigentes socialistas ha sido apabullante, encabezados por su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha mostrado su “apoyo total” a la nueva presidenta. Griñán, que cedió el testigo a Díaz al abandonar el cargo y que conserva el de secretario general de los socialistas andaluces —aunque este pasará también previsiblemente a Díaz—se ha mostrado muy emocionado durante toda la jornada.
La nueva presidenta tiene previsto dar a conocer su Gobierno el próximo lunes. “Si os dice alguien hoy [por este sábado] que he llamado, no le hagáis caso, porque no es verdad”, ha aconsejado a los periodistas. Va a apurar hasta este domingo para descolgar teléfonos y así evitar las filtraciones. La ejecutiva regional socialista está convocada para el lunes y es posible que sus miembros sean los primeros en enterarse.
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