El ‘Auca del Born’ explicará 1714 en las ruinas a través de una historia de amor

La historia de amor en medio de los tormentosos sucesos de 1714 de Marianna, hija de un acomodado comerciante de aguardiente de Torredembarra, y Joan, pescadero barcelonés, es el hilo conductor del Auca del Born, espectáculo diseñado para inaugurar el nuevo centro cultural del Born y dar el pistoletazo (y valga la palabra) de los actos del tricentenario de la derrota. Creado y dirigido por Jordi Casanovas, el montaje, que se desarrolla sobre las mismas ruinas (lo que ha supuesto acotar detalladamente la representación con los arqueólogos), dura unos cuarenta minutos, lo interpretan 28 actores y consiste en una serie de 48 escenas cortas o microescenas (a manera de las viñetas del auca) que tratan de resumir someramente los acontecimientos históricos mediante las vivencias de los ciudadanos. Se estrenará el lunes, durante la inauguración oficial del Born, y el público en general podrá verlo desde el jueves día 12 hasta el 28. La entrada costará dos euros y la recaudación se destinará a entidades sociales del barrio.

Toni Soler, comisario de los actos de conmemoración del tricentenario de 1714 por parte del Ayuntamiento, recordó ayer al presentar el Auca que con la inauguración del Born dan comienzo doce meses de actividades y subrayó que no se trata solo de una celebración histórica sino de una ocasión “para reflexionar sobre el presente y futuro de la ciudad y del país”. Recalcó la importancia del Born –“cicatriz de la Guerra de Sucesión”- como “lugar de los hechos” y “rastro más visible” de los mismos, y calificó el estreno del Auca de “plato fuerte” de la inauguración.

Casanovas explicó que desde el principio la idea fue hablar de los ciudadanos de entonces y reconstruir lo que era su vida antes del 11-S y durante el asedio. Dijo que aquella Barcelona “era más vital de lo que se creía, con más relaciones comerciales y vínculos con la gente de fuera”. Una ciudad, añadió, también “más nocturna y descarada”, con abundancia de casas de juego y tabernas. El Auca consta de una primera parte larga que transcurre antes del asedio y una segunda con los últimos días del mismo, en la que vemos cómo se han transformado los personajes. El dramaturgo y director manifestó que tenían claro que la pieza debía ser muy popular y muy directa, una historia muy nítida, “un pequeño tast”, para que incluso quien no conozca nada de los acontecimientos pueda ponerse al día. Debía provocar también un “impacto emocional”. Así que inventaron lo de Joan y Marianna para “dar vida al yacimiento”. La relación permitía mostrar a gente de dentro y fuera de la ciudad, clases bajas y gente mejor situada, soldados –el chico se alista y civiles.

El Auca consta de una primera parte larga que transcurre antes del asedio y una segunda con los últimos días del mismo

El Auca, según Casanovas, pasa revista a hechos como la marcha de Carlos III de la ciudad, la salida de las tropas aliadas, y la decisión de la Junta de Brazos de luchar. También veremos momentos épicos. Para la documentación histórica, dijo, se han basado especialmente en el gran estudioso del Born, Albert García Espuche. La representación en las ruinas tiene la ventaja, reflexionó Casanovas, de que “nunca tendrás una escenografía así, tan espectacular”, lo que compensa, dijo, las incomodidades de trabajar en un yacimiento arqueológico. El público seguirá la acción desde lo alto, en las pasarelas. El programa de mano incluye el Auca que se ha confeccionado del espectáculo.