Detenido un entrenador de un club juvenil de fútbol por supuestos abusos

La Policía Nacional detuvo el pasado sábado a Emilio M.H., entrenador del club de fútbol juvenil C.D. Lugo de Fuenlabrada (Madrid) por presuntos abusos sexuales a menores, ha confirmado un portavoz policial, que no ofrece más detalles al tratarse de menores. Fuentes de la investigación añaden que el arrestado tiene antecedentes por delitos contra la libertad sexual.

El hombre, que ya ha declarado en dependencias policiales, y cuyo caso ha correspondido al juzgado de instrucción número 37, está acusado de abusar sexualmente de varios niños a los que entrenaba, aunque por el momento se desconocen las circunstancias concretas de dichos abusos. Al conocer los hechos, el presidente del club, Braulio Gómez, ha mostrado su sorpresa. Según relata, dicho entrenador había terminado su contrato con el club el pasado 30 de junio después de haber estado tres años en el equipo.

En ese tiempo, el acusado había entrenado a la categoría A de los Juveniles —mayores de 16 años— y la A de los Infantiles — chicos de 13 a 14 años—. En total, unos 19 chavales por equipo, según cálculos del club. “Es el primer caso que tenemos en 20 años. Si hubiera tenido alguna ligera sospecha, le habría cogido del pescuezo y le habría llevado ante la Policía”, asegura el presidente del Lugo de Fuenlabrada.

Según Gómez, los agentes le informaron de la detención de su exentrenador la pasada semana. Las instalaciones del club estaban cerradas por vacaciones. Aunque Gómez asegura que la Policía le ha confirmado que los abusos no se produjeron dentro de las instalaciones. “A partir de ahora tomaremos las medidas oportunas dentro del club para coger entrenadores, pero deberían cambiar las leyes para que este tipo de monitores que tratan con niños tenga que pasar evaluaciones más duras”.

"Este entrenador vino recomendado por dos personas cercanas", explica el presidente de este club. "Lleva cerca de 30 años entrenando; ha estado en clubes como el Atlético de Madrid, Las Rozas y Leganés. Es una mezcla de estupefacción e indignación", describe. "Que sepamos, nuestro exentrenador no tenía antecedentes por abusos ya que si no la Federación no hubiera tramitado su licencia", abunda.