Antón Reixa planta a Fasero en el juicio sobre su despido de la SGAE
El exdirector del Agadic acusa a su antiguo jefe de “mentir para salvar su puesto al frente de la entidad sobre derechos de autor”
Antón Reixa excusó con un fax enviado el domingo por la tarde su comparecencia en el juicio al que estaba citado esta mañana en Ourense, acusado por su fichaje en la SGAE, el exdirector de la Axencia Galega de Industrias Culturais (Agadic), Juan Carlos Fasero, de despido nulo y, subsidiariamente, improcedente. Ni Reixa ni su compañera y representante de la empresa Filmanova Invest acudieron al juzgado ourensano. El presidente de la SGAE anunciaba en el fax que una inaplazable reunión este lunes le impedía estar presente.
Fasero lo acusa de “mentir para salvar su puesto al frente de la SGAE”, entidad en la que fue contratado por Reixa como representante para el noroeste español después de que el Agadic subvencionara con 142.000 euros un espectáculo de la empresa del presidente de la SGAE. La firma de la ayuda pública es del 2 de octubre de este año. El Consello de la Xunta firmó 23 días después el cese solicitado por Fasero para poder acceder a la SGAE.
El exdirigente del Agadic recibió el pasado mayo un burofax de la sociedad de autores en el que se le comunicaba un “despido disciplinario” por la “consciente ocultación” de la subvención de 142.000 euros que desde el organismo que dirigía concedió a la productora de Reixa antes de abandonar este puesto para entrar como directivo en la sociedad. El burofax fue remitido después de que este periódico publicara este hecho que la SGAE consideró “daño reputacional” para la sociedad. La representante de este organismo, Natividad Lamela, reprochaba en la misiva a Fasero que no hubiese informado de la ayuda concedida desde el organismo de la Xunta a la empresa del presidente que lo contrató.
De la misma forma que había hecho antes en declaraciones a este diario, Fasero tildó de nuevo ayer ante la jueza de “rotundamente falsas” las justificaciones del despido. Aportó numerosos correos electrónicos mantenidos con Reixa, además de otras pruebas documentales, con los que pretende demostrar que comenzó a recibir en 2010 insistentes ofertas de la SGAE para hacerse cargo de este organismo en el noroeste y que su entrada fue aprobada por el consejo de dirección de esa sociedad un mes antes de que el Agadic que él dirigía aprobase la subvención a la empresa de Reixa. Las pruebas intentan echar por tierra otra de las justificaciones de la carta de despido evidenciando, en contra de lo que figura en ella, que el presidente de la SGAE sí que participó en el proceso selectivo que superó Fasero. Este insistió en cargar toda responsabilidad en Reixa sobre la petición de la subvención para su empresa. Su letrado reclamó la nulidad del despido por ataque al honor del exdirigente del Agadic “por la imputación de hechos falsos” y, subsidiariamente, el despido improcedente.
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