Galván achaca ante la juez la denuncia de pederastia a la enemistad del padre
El pederasta condenado en Marruecos declaró durante más de una hora en Torrevieja
Daniel Galván, el pederasta erróneamente indultado por Marruecos, se declaró ayer inocente de los supuestos abusos sexuales que sufrió una niña en Torrevieja (Alicante) en el año 2004. Galván confirmó haber tenido relación con la familia que presentó la denuncia y admitió haber cuidado de la presunta víctima en varias ocasiones cuando esta tenía cuatro años. Pero nunca la tocó en un sentido sexual, dice, y, según su abogado, Manuel Maza, todo se debe a "un ajuste de cuentas" por una discusión con el padre de la niña, que ahora tiene 14 años.
Puntual, con gafas de sol y gorra, Daniel Galván acudió a declarar ayer en los juzgados de Torrevieja por los presuntos abusos. Contestó a las preguntas de todas las partes: la magistrada responsable de la sala y la Fiscalía, responsable de la tutela de la niña, quien reside en un centro de acogida de menores por una situación de desprotección familiar, según fuentes judiciales. Los padres de la menor declararon el viernes por separado. Al no tener la tutela de la niña no pueden personarse como parte.
Galván estuvo una hora contestando preguntas. La declaración, según su letrado, estuvo "repleta de datos que se dan por ciertos cuando está todo todavía por aclarar". Pero algunas cosas sí pudieron confirmarse, como la relación con la familia denunciante. Galván, condenado a 30 años de prisión en Marruecos por abusar de 11 niños, reconoció que entablaron amistad cuando el acusado medió entre la familia y un vecino inglés para la compraventa de una casa. El pederasta, que trabajó unos meses de traductor de árabe e inglés en el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja, tradujo las negociaciones que se produjeron sobre el inmueble.
La relación, según apuntó Galván, fue a más. Hasta el punto de quedarse a solas al cuidado de la niña en "al menos tres ocasiones", según contó el letrado Maza, "pero por espacios cortos de tiempo".
El pederasta se declaró inocente. Según su relato, la amistad con el padre de la niña se truncó cuando un día el progenitor de la pequeña se dio un golpe con el coche y pidió a Galván los datos del seguro para fingir un accidente. A lo que, según Maza, su cliente se negó.
La supuesta víctima fue explorada por el fiscal, que comprobó que existía una memoria de lo ocurrido y el bienestar psicológico de la niña.
Mañana, a las 10.30 y a petición de la fiscalía, está citada a declarar una exnovia de Galván con la que mantuvo una relación de cuatro años.
Durante el paseíllo de 20 metros entre las puertas de los juzgados y el furgón de la Guardia Civil, Galván escuchó varios improperios de curiosos atraídos por la presencia de cámaras. El pederasta regresó a la prisión de Soto del Real (Madrid). El monarca alauí, Mohamed VI, decidió revocar el pasado 4 de agosto el indulto que le había concedido por error cuando le quedaban 28 años de condena por cumplir.
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