La Unión Progresista de Fiscales prepara una denuncia por los saludos fascistas
La Unión Progresista de Fiscales estudia una "denuncia penal" Los militantes de las fotos, según esta asociación, son "empleados públicos"
La Unión Progresista de Fiscales (UPF) prepara una posible denuncia penal ante la proliferación de saludos y actitudes fascistas o filofascistas. “Estamos recopilando datos y estudiando una posible denuncia penal”, explicó ayer el jurista valenciano Manuel Campoy, vicepresidente de la UPF, poco después de que esta asociación profesional anunciara, en una red social, posibles acciones legales dada la “inactividad de aquellos a quienes corresponde” tomar cartas en el asunto. Ante las imágenes de miembros de Nuevas Generaciones del Partido Popular con símbolos o en actitudes fascistas, la UPF baraja “la posibilidad de que se abra una investigación judicial y se depuren responsabilidades penales si las hay”, puntualiza el fiscal valenciano.
La pintada en la plaza de toros de Pinto (Madrid) con la leyenda Adolf Hitler tenía razón, en medio de la pasividad del gobierno municipal del PP, o el mensaje en la cuenta de NN GG de Bollullos (Huelva) en Twitter con el texto Franco ha muerto como una frase que nunca debió existir se suman a las manifestaciones valencianas de este mismo mes. La UPF ha señalado al respecto que los actos de apología nazi y fascista “son delictivos” y “deben ser perseguidos por la Fiscalía y debidamente sancionados”.
Efecto pulverizador
Para Campoy, el rosario de imágenes y actuaciones difundidas en la Comunidad Valenciana durante las últimas semanas son, además, especialmente preocupantes y reprobables “porque los protagonizan empleados públicos y responsables políticos, con indumentaria, gestos, actitudes o símbolos fascistas". Por eso, los fiscales progresistas rechazan la consideración de “chiquilladas” para este tipo de gestos y actitudes, como públicamente han argumentado algunos responsables políticos. Ante todo esto, subraya contundente el vicepresidente de la UFP, solo cabe la “tolerancia cero”. Álvaro García, presidente de la asociación rechazó considerar este tipo de actos como “una cosa trivial”.
Manuel Campoy advierte, asimismo, de un riesgo adicional de este tipo de comportamientos: “En un contexto como el actual, que no es solo de crisis económica, sino también social y política, estos hechos tienen un efecto pulverizador, de difusión y propaganda”, lo que los hace socialmente más peligrosos. Álvaro García declaró a Europa Press que la decisión sobre la denuncia la adoptará la comisión ejecutiva de la asociación profesional en su reunión a principios de septiembre.
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