“Cert és aquest gran Misteri”
Una lluvia de pan de oro, la trompetería del órgano, campanas al vuelo, pólvora en las calles y calor pusieron fin al Misteri de Elche
Llovió el pan de oro, las campanas repicaron. Y como cada año La María subió a los cielos y Elche volvió a vibrar. Entre lágrimas, emoción y aplausos, los ilicitanos cerraron en la tarde noche del jueves otro capítulo de una historia con más de 500 años de tradición. La segunda parte del autor sacramental del Misteri d’Elx ha sido una representación redonda de la resurrección y asunción a los cielos de la Virgen María de acuerdo con lo cánones que marca la tradición ilicitana, que han hecho del Misteri una obra única de la tradición oral.
El majestuoso marco de la basílica de Santa María, como siempre, no fue suficiente espacio para la expectación que genera en la ciudad. Y como siempre pareció un horno del calor acumulado. Aún así, la segunda y más fervorosa parte de esta obra sacro-lírica del Medievo, ‘la Festa’, volvió a dar sentido a una de los versos de esta obra cantada en latín y valenciano: Cert és aquest gran misteri.
Qué gran misterio el de esta obra que siempre es la misma y cada año suena y parece distinta. La representación ha comenzado con los momentos previos al sepelio de María, cuando judíos y apóstoles pelean por el cuerpo de la madre de Cristo hasta que uno de los judíos toca el cuerpo de la Virgen y queda paralizado; hecho que sirve a los judíos para entender quién es realmente la María, como se la conoce cariñosamente en Elche.
Luego tocó el turno a la conversión de los judíos. Y a continuación, la apoteosis con la resurrección de la Virgen y su ascenso, a bordo del araceli, al cielo de la cúpula de Santa María. Coronada, una vez más María, el canto del Gloria Patri puso el broche final a una nueva edición del Misteri, que desbordó la basílica de emoción. Sonaba la pólvora fuera de la Iglesia, dentro los vítores a la Mare de Déu.
El Misteri d'Elx es un drama sacro-lírico único e irrepetible. Los estudiosos datan su origen en 1370, cuando un guardacostas encontró en la playa un arca con la imagen de la virgen y la primera consueta , es decir, el manuscrito con los textos. Aunque nuevas investigaciones cifran el Misteri en el siglo XV. De cualquier mantera, estos datos no pasaron inadvertidos para la Unesco y en 2001 lo declaró Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. El Patronato del Misteri ha aprovechado el décimo aniversario de la distinción para acentuar la difusión de su enseña cultural tanto en España como en el extranjero. Y, además, para pedir el regreso de la Dama de Elche (actualmente en Madrid) a su tierra.
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