La quiebra de Madridec deja otro agujero de 400 millones al Ayuntamiento
El Consistorio asumirá la deuda de la empresa, sus facturas impagadas, la construcción del centro acuático y la reforma de los recintos feriales obsoletos
El Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer la disolución de la empresa Madrid Espacios y Congresos (Madridec), que se llevará a cabo el 31 de diciembre y transferirá un agujero de 400 millones de euros a las arcas municipales.
La sociedad mercantil está en quiebra técnica debido al excesivo endeudamiento al que fue sometida por el anterior alcalde y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), y a la mala gestión de los administradores que colocó al frente. El Ayuntamiento se quedará ahora con la deuda, las facturas impagadas, el esqueleto a medio construir del futuro centro acuático y cuatro edificios obsoletos del recinto ferial de la Casa de Campo que requieren de una reforma millonaria para ser de alguna utilidad.
Los activos rentables pasarán a la nueva empresa municipal Madrid Destino, que se quedará también la parcela en la que Gallardón quería construir el centro de convenciones de Castellana y que, con esta operación, parece abocada a venderse sin edificar.
“Como el aeropuerto de Castellón y de Ciudad Real”
- Jaime Lissavetzky (PSM) pidió ayer al PP que asuma "responsabilidades políticas" por la quiebra de Madridec, que "se debe a su gestión megalómana" y va aparejada en su opinión a "demasiadas mentiras" y unos despidos "fraudulentos". "¿A quién beneficia? A la competencia de Madridec", añadió, deslizando una alusión a Eurovegas.
- Milagros Hernández (IU) teme que esta quiebra, que achaca a la "mala gestión" del PP, esconda otro intento de "privatizar y recortar".
- Jaime Berenguer (UPyD) cree que ha habido "mala práxis política e ingeniería fiscal". "Madridec ha servido para colocar amigos, salvar los controles administrativos, hacer y deshacer a su antojo, construir edificios inútiles y financiar al Ayuntamiento. Es el aeropuerto de Ciudad Real y de Castellón juntos, y no ha habido ni una dimisión".
¿Cómo se ha llegado a esto? El Gobierno municipal de Ana Botella (PP) ha admitido que la gestión anterior de la empresa “no puede calificarse positivamente”. Los actuales administradores la consideran “política” en vez de “estrictamente profesional”. El acuerdo de liquidación dice que su viabilidad “se ha visto comprometida por el importante esfuerzo inversor en infraestructuras”. Pero ese esfuerzo se limita a tres inversiones ruinosas y a una operación de ingeniería financiera.
Tres pesos muertos. La Caja Mágica, inaugurada por Gallardón en 2009, costó 294 millones, más del doble de lo previsto. Ahora, el Ayuntamiento admite que su explotación es ruinosa: “No logra alcanzar la cuota de mercado que le correspondería, se encuentra en un lugar inconveniente y su mantenimiento es carísimo”.
El centro acuático es un esqueleto paralizado a la espera de saber si Madrid logra los Juegos Olímpicos, y arrastra una hipoteca de 50 millones; la parcela del centro de convenciones en la Castellana es un agujero que ya ha costado más de 100 millones y que el Ayuntamiento busca vender para que se convierta en centro comercial o aparcamiento.
En cuanto a la operación financiera: Gallardón transmitió el usufructo de sus acciones en Mercamadrid a Madridec por 188 millones; usó el dinero para proseguir su ambicioso programa de inversiones cuando la deuda ya se había disparado. Madridec se hipotecó, y ahora no puede pagar.
Más deuda municipal. Madridec adeuda 304 millones, y solo este año debe amortizar 52 millones; su previsión de ingresos es muy inferior, 15 millones, y cerrará el ejercicio con pérdidas, que en 2012 fueron de 24 millones. La sociedad está en quiebra técnica, y se disolverá el 31 de diciembre.
El Ayuntamiento asumirá la deuda pendiente, 283 millones, tras descontar los ingresos de última hora por la venta de edificios. Esa deuda, sumada a la de la Empresa de la Vivienda y al segundo rescate del Gobierno para facturas pendientes, elevará su endeudamiento en 844 millones.
Además, el Ayuntamiento perderá 53,3 millones que Madridec le debía por facturas impagadas de las que hubo de hacerse cargo.
Edificios a medio hacer. El Ayuntamiento asumirá también el centro acuático, pese a que supuestamente la nueva empresa municipal Madrid Destino debería gestionar todas las instalaciones deportivas heredadas de Madridec. ¿Por qué? Porque está sin terminar y las obras costarán 55 millones. El Ayuntamiento asume, además, cuatro pabellones de la Casa de Campo, pese que Madrid Destino debería gestionar también todas las instalaciones para congresos heredadas de Madridec. ¿Por qué? Porque estos edificios se han quedado “muy anticuados” debido a “la falta de inversión”, según reconoce el propio Ayuntamiento, sin mencionar sus gravísimos fallos de seguridad. La reforma ascenderá a 11 millones. En total, 66 millones, a los que se suman 750.000 euros más al año por mantenimiento y suministros.
Las joyas de la corona. Madridec calculaba perder 16,5 millones en 2014. Tras su disolución, el Ayuntamiento absorberá 11,3 millones de euros de esas pérdidas. Madrid Destino, la nueva empresa municipal que heredará el negocio y patrimonio de Madridec limpio de polvo y paja, podrá obtener en cambio unos ingresos adicionales de 4,1 millones gracias a ese legado. Pero, sobre todo, se quedará con las joyas de la corona de la empresa disuelta: la Caja Mágica (sin hipoteca); el Palacio Municipal de Congresos (valorado en 70 millones y su principal fuente de ingresos); y la gestión del Madrid Arena. Además, obtendrá la parcela del centro de convenciones, que podría vender por entre 80 y 162 millones.
Deudas y contratos. Se quedará también los eventos contratados a partir de 2014, que suman 14,5 millones (el principal es el Open de Tenis, dos millones anuales hasta 2017); los derechos de cobro pendientes, que ascienden a 26,7 millones (hay algunos de muy dudoso pago, como la deuda de 600.000 euros del equipo de automovilismo HRT por el alquiler de la Caja Mágica); y una deuda de Hacienda por las devoluciones del IVA de 4,6 millones.
¿Y los empleados? Parte (16) irá al Ayuntamiento, y el grueso (56) a Madrid Destino, entre ellos los seis directivos, que cobran 405.000 euros (el que más, el consejero delegado, con 92.000, casi como la alcaldesa) y se sumarán a los de la nueva empresa.
El Club de Campo rebaja tarifas
IU pidió ayer al Ayuntamiento que sume 8.000 nuevos abonados al Club de Campo, que ahora ronda los 27.000 y tiene en lista de espera a 14.000, y que impulse un plan para recuperar el uso público de estas instalaciones como el resto de polideportivos de Madrid. Pese a ser mayoritariamente público y pertenecer al Ayuntamiento en un 51%, el Club de Campo es una institución elitista: la inscripción supera los 2.500 euros, y la cuota anual roza los 700. Los no abonados, es decir, la mayoría de madrileños, deben pagar 36 euros de entrada, además del uso de cada instalación (la piscina, por ejemplo, son 36 euros). El club se mantiene con ingresos propios, pero el Ayuntamiento ha costeado hasta ahora sus inversiones (6,3 millones desde 2004, según IU). Precisamente para “avanzar en la autonomía financiera”, y sobrevivir sin ayudas, el club reducirá los precios para atraer a no abonados, mientras reduce su lista de espera lentamente para no “saturar” las instalaciones. Así, la entrada un sábado pasará a valer 20 euros, y sólo siete entre semana. El alquiler de una pista de tenis bajará de 115 a 33 euros la hora.
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