El PP se desmigaja en Alicante

Tras dos décadas gobernando con mayoría absoluta, y coleccionado victorias electorales consecutivas, el PP empieza a asimilar que la mayoría absoluta está en el aire. La crisis económica, los recortes, el despilfarro, los sucesivos escándalos de corrupción y el caso Bárcenas han hundido la imagen del partido. Una situación que en la provincia de Alicante se está traduciendo en un goteo incesante de bajas de militantes, muchos de los cuales ellos crean partidos para dar la batalla al PP.

La dirección provincial quita hierro al asunto y minimiza estas fugas en Alicante, Elche o Alcoi. Pero son conscientes de que el panorama ha cambiado y piden abiertamente a su militancia una mayor implicación y un esfuerzo para recuperar la calle. Las próximas elecciones europeas “son como unas municipales, hay que dejarse la piel”, conminó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en Elda esta semana.

José Ciscar, presidente provincial en Alicante, trazó la hoja de ruta: “Hay que adaptar el partido a los nuevos tiempos y recuperar el contacto con los ciudadanos”. Debajo del balance triunfal del primer año de su presidencia (1.932 nuevos afiliados en una provincia que ya es la segunda de España en número de militantes) subyace esta creciente inquietud y ha convocado un comité ejecutivo provincial para el 29 de julio. Las tensiones y disputas entre los populares alicantinos empiezan a ser una constante. “Falta liderazgo”, admite un diputado que prefiere mantenerse en el anonimato. “No se puede dirigir un partido con mando a distancia, y Ciscar está más pendiente de Valencia que de Alicante”, admite otro cargo con dilatada experiencia.

Los críticos atribuyen la situación a la “falta de liderazgo”

Uno de los casos más significativos de las escisiones ha sido en Alcoi, donde tras un año convulso, el exalcalde, Jorge Sedano y otros dos ediles se pasaron al grupo de los no adscritos. En los últimos meses se han presentado en la sede provincial del PP más de 200 bajas de militantes del PP de Alcoi. Nadie duda que en las próximas elecciones jugarán sus cartas.

En Benidorm, Gema Amor, exconsejera de la Generalitat en la época de Eduardo Zaplana, abandonó el PP en 2011 por discrepancias con Francisco Camps y lideró una candidatura municipal por el CDL (Centro Democrático Liberal) que consiguió tres concejales con lo que se convirtieron en el partido bisagra y clave para la gobernabilidad del Ayuntamiento. Amor ahora es la teniente de alcalde y concejal de Turismo. Otro concejal del PP, David Devesa, acaba dejar el partido.

Domingo Soler, exvicepresidente de la Diputación de Alicante, se marchó del PP y montó una candidatura independiente Alternativa Popular en Torrevieja que obtuvieron cuatro concejales. Soler, recién elegido presidente de la Federación de Partidos Independientes de Valencia, Castellón y Alicante, ha logrado unir a ocho pequeños partidos independientes en la comarca de La Vega Baja, que en las últimas elecciones ya obtuvieron 17.000 votos en la comarca. En las próximas elecciones concurrirán juntos y calculan que, con los mismos resultados obtendrían un diputado autonómico y varios diputados provinciales.

El discurso de estos pequeños partidos tiene fácil venta entre el electorado. Soler habla de una necesaria “regeneración ética y moral” de la política de los grandes partidos y se dirige al 60% del electorado que todavía no sabe a quién votar. “Somos distintos y los únicos capaces de romper el bipartidismo”, asegurar. En una de estas escisiones, Alternativa Popular de Catral, ha llegado a conseguir, mediante una moción de censura contra el PP, la primera alcaldía gracias al apoyo de los socialistas.

El Foro de Elche, otra escisión del PP enfrentada a la alcaldesa, Mercedes Alonso, denuncia las trabas y los problemas que están teniendo unos 50 militantes para darse de baja. Su portavoz Miguel Picher, que medita como jugar su baza electoral, explica por qué se marchan del PP: “No queremos pertenecer a un partido inmerso en múltiples causas judiciales por corrupción”.

Aunque la dirección provincial del PP resta credibilidad a todas estas operaciones (“A los que se van les decimos, adiós muy buenas”, dijo Ciscar), el aparato del partido admite que están en un momento “difícil”.