El acusado de Castellar: “Ojalá pudieran tomarse la justicia por su mano”

"Ojalá los familiares pudieran tomarse la justicia por su mano". Estas palabras de José Francisco Panells, acusado de matar a tres vecinos y de haberlo intentado con otros dos en la pedanía valenciana de Castellar, han marcado el segundo día de su juicio y han causado la indignación de los familiares las víctimas. Los forenses del juzgado han concluido que cuando el procesado coge el cuchillo, "está clarísimo que sabe a lo que va". El Ministerio Fiscal ha cambiado su petición de pena, elevándola de los 45 hasta los 69 años de cárcel.

Panells también ha utilizado su último turno de palabra en el juicio para volver a pedir perdón a las víctimas. Lo ha hecho de nuevo entre lágrimas y ha añadido: "Lo único que merezco es morir. Daría mi vida por ellos".

"¡Ojalá te hubieras muerto tú antes de matarlos!", se ha podido escuchar en la sala. Un agente de la Guardia Civil ha tenido que intervenir para que los familiares no coincidieran con los allegados del procesado.

Entre ellos estaban su exmujer— divorciada en febrero de este año—, que ha declarado en la vista que Panells "nunca" manifestó una actitud violenta y que no percibió nada extraño en él en el día de lo ocurrido. Ha señalado, además, que nunca le vio consumir drogas y que no solía beber. Su hermana, por su parte, le ha descrito como una persona "excelente", "atenta", "familiar" y "muy querida".

Los dos forenses del juzgado han concluido, sin embargo, que el fallo de memoria que presenta el acusado "no son trastornos mentales" ni está producido por el consumo de cocaína y de alcohol. Para ellos, se tratan de "lagunas peculiares", ya que Panells se acuerda "de una cosa y no de otra, y todo ello en menos de un minuto". "Cuando coge el cuchillo es por algo. Todo el mundo sabe las consecuencias al tomar las decisiones", ha argumentado uno de ellos.

El forense de la acusación particular ha expuesto que el acusado tuvo la "selectividad" a la hora de acordarse de las agresiones, así como un "grado de conciencia", y ha reiterado la intención de matar a Dolores, la vecina herida que estaba cuidando de la hija recién nacida. "Le persigue y le busca hasta intentar darle muerte", ha argumentado.

El perito de la defensa ha mantenido la argumentación de que el hombre no tuvo capacidad para controlar sus proprias acciones y ha añadido que "cualquier persona que se le hubiera cruzado habría podido ser objetivo suyo". Ha concluido que presentaba una "impulsividad homicida asociada al consumo de cocaína".

El Ministerio Fiscal, en su turno, ha introducido en su escrito un "atenuante analógica mental transitoria" y su petición de pena se ha elevado de los 45 hasta los 69 años de cárcel.