Ciudadanos de segunda

Las 16 familias del núcleo de Berrós Jussà, perteneciente al municipio de La Guingueta d'Àneu (Pallars Sobirà) llevan más de cinco meses prácticamente incomunicados porque ninguna Administración quiere reparar la carretera de acceso al pueblo, que se hundió a causa de un desprendimiento de rocas.

“Somos un pueblo pequeño y no nos tienen en cuenta ni como ciudadanos”, se queja Josep Cervós, alcalde de La Guingueta d'Àneu, municipio que tiene las arcas vacías y no puede atender las necesidades básicas de los 14 núcleos agregados que tiene el municipio. “No tenemos ingresos y sí cantidades pendientes de cobro de las Administraciones, por lo que cualquier gasto imprevisto nos supera”, señala Cervós.

Hartos de peregrinar en busca de ayuda económica, los vecinos han decidido ponerse manos a la obra y arreglar la carretera con sus propios medios. Las competencias de mantenimiento de la carretera, la única para acceder al pueblo, están transferidas al Consejo Comarcal del Pallars Sobirà. “Somos conscientes de que este ente local tampoco tiene dinero, pero lo que más nos duele es que tampoco hayan demostrado voluntad”.

El presupuesto de las obras es de entre 14.000 y 16.000 euros

Las obras de reparación no suponen para la Administración un dineral —están fijadas entre 14.000 y 16.000 euros—, pero ante la falta de respuesta los vecinos han decidido resolver el problema antes de que comience la temporada turística de verano, cuando el pueblo duplica su población.

Las obras, consistentes en la reparación de un muro y la reposición de la calzada y de la valla de seguridad, se ejecutarán principalmente los fines de semana con medios del Ayuntamiento, que pagará los materiales necesarios, y de los vecinos, que aportarán el trabajo y unos 200 euros por familia.

Actualmente, por la carretera de unos dos kilómetros que une Berrós con La Guingueta d'Àneu pueden circular turismos extremando todas las precauciones, pero los vecinos denuncian que en caso de una situación de emergencia no podrían llegar los vehículos de bomberos o las ambulancias. Tampoco pueden acceder los camiones de la basura ni los de transporte de ganado. Con las lluvias de la semana pasada, el problema se ha agravado.