Gervasio Sánchez, fotografía contra la desaparición

"¿Usas el móvil para hacer fotos?", preguntaba el periodista Arturo Blay a Gervasio Sánchez antes de abrir el micrófono para el programa de la Ser Locos por Valencia. El fotoperiodista, que ha inaugurado este martes la exposición Desaparecidos en el Museu d'Etnologia de Valencia, miró escéptico el móvil  y confesó que llevaba ese smartphone de hacer fotos desde diciembre, pero que no es de los que gustan de "llevar la cámara siempre encima". Necesita "concentración" para la fotografía y, eso sí, cuando está trabajando en un proyecto, puede "dormir con ella". 

Con Desaparecidos trabajó trece años, de hecho la idea germinó cuando estaba en la universidad. Se trata de un  "durísimo" recorrido visual "por el drama universal" de la desaparición forzosa en países de todo el mundo con el que el autor pretende "golpear" las conciencias de los espectadores y acercarlos al dolor ajeno, según explicó en la presentación de la muestra, el autor, que rechaza el adjetivo artista para lo que él hace.

Apenas hay frase que no tenga señal de compromiso. "La guerra acaba cuando las consecuencias superan y el tema de los desaparecidos sigue siendo una materia pendiente en todos los conflictos", afirma con la seguridad de quien sabe de qué conflictos habla. "La guerra es un drama permanente", cuya huella Sánchez transmite tanto con la palabra como con la imagen. De hecho, uno de los aspectos que más llama la atención de esa exposición son las visitas guiadas que hoy y mañana conducirá el propio autor.

No es frecuente el planteamiento de este fotógrafo que tiene, entre otros premios, el Nacional de Fotografía y el de la Unió de Periodistes Valencians. "Me gustaría hacer visitas guiadas todos los días, me gustaría que vinieran jóvenes, sobre todo".  ¿Por qué? "Porque quiero explicar la trastienda del trabajo y permitirte ver lo que no puedes ver", aclara.  Así "tienes mucha más información". Pone como ejemplo fotos de entierros en Guatemala en los que, si no se lo aclaran al espectador, este difícilmente puede imaginar que los portadores de los féretros  "llevan los ataúdes de sus hijos que desaparecieron hace ocho años, no los de sus padres".

Desaparecidos es un proyecto desplegado entre los años 1998 y 2010, que reúne en Valencia una selección del material presentado antes y simultáneamente en el Museu de Arte Contemporáneo de Castilla León (Musac), La Casa Encendida de Madrid y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).  Estará en el Centre Cultural La Beneficència hasta el próximo 13 de octubre.

Comisariada por Sandra Balcells, comprende 175 instantáneas de diferente formato divididas en secciones que enfrentan al espectador a dolorosas  escenas de Guatemala, Chile, Argentina, Irak, El Salvador, Perú, Bosnia y, también, España. La comisaria, Sandra Balcells, llamó la atención sobre la dificultad de retratar estos hechos, ya que "el desaparecido no está", por lo que "se trata de revelar el cruel vacío de la ausencia".

"El periodismo", dijo el autor de las imágenes, "es tan importante como la sanidad o la educación porque una sociedad sin buen periodismo, como sucede en general en España, está condenada a la manipulación más soez".