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De los chicos suaves a los tres de Venus

Robyn Hitchcock, líder de The Soft Boys y maestro del pop de autor psicodélico e imaginativo, actúa en Madrid con un trío de excomponentes de R.E.M.

Robyn Hitchcock y R.E.M.
Robyn Hitchcock y R.E.M.TOM OLDHAM

Si eres cantante y compositor, algo hay que tener para que parte de los famosísimos R.E.M., bajo el nombre de The Venus 3, se ponga a tu servicio como banda de acompañamiento. Eso le ha ocurrido a Robyn Hitchcock (Londres, 1953) en su actual gira española, con parada esta noche en Madrid, y desde hace más de un lustro, tanto en disco como en directo. Síntoma del respeto al hombre capaz de reunir a John Paul Jones (Led Zeppelin), Johnny Marr (The Smiths) y Nick Lowe como colaboradores en un mismo álbum. O al que el cineasta Jonathan Demme filmó a propósito de una de sus actuaciones.

“Lo que pasa es que, al ser viejo, conozco a mucha gente. En realidad yo nunca he influido en nadie. Y si consideramos importante acumular éxitos, ahí sí que he suspendido”, replica Hitchcock por teléfono, entre los sones de un café londinense y el zumbido de los trenes al pasar por la estación.

Que el éxito comercial y Robyn Hitchcock no han ido de la mano parece irrefutable, pero lo de la influencia es otra cosa desde que lideró The Soft Boys, a finales de los setenta. El grupo de Cambridge cultivó la melodía y la psicodelia en tiempos del punk, y legó una obra maestra, Underwater Moonlight (1980). “Ese disco está muy bien, y aunque parezca a veces que peco de modestia, en realidad tengo una visión desequilibrada de mí mismo: paso de pensar que soy mejor que todos a justo lo contrario”.

De los tiempos con The Soft Boys no guarda buen recuerdo: “Ni chicas ni dinero ni bolos; éramos mucho mejores en disco que en vivo. Y nunca he querido creer que uno tenga que ir prendido a la infelicidad para crear algo brillante”.

A Hitchcock le persiguen desde entonces unos cuantos clichés en su andadura en solitario: “Me califican de excéntrico. ¿Entonces qué era Michael Jackson? Mi música no es una colección de excentricidades, consiste en hacer las cosas a mi manera y con mi mundo como punto de partida. Esa fidelidad te vuelve creíble”.

Folk, rock y pop suponen los estilos donde el británico se encuadra (“una corriente que va desde Buddy Holly a The Decemberists, pasando por The Beatles o The Byrds”), mientras que en cuestión de textos bebe de aquellos con lo que creció en los sesenta: “Artistas buenos con la palabra como Bob Dylan, Syd Barrett o Captain Beefheart, que además, igual que yo, practicaban a ratos la pintura. Incluso lo hacía el propio Lennon. Por eso mis letras siempre implican alguna imagen”.

Y la imaginería surrealista representa otro de los sambenitos de la obra de Hitchcock. “¿Pero qué es el surrealismo? Los sueños se componen de elementos reales, son tu verdad psíquica. Y en ellos puedes jugar con astronautas por la autopista, cofres llenos de agua o flores que crecen en la cabeza. Sospecho que seré más recordado por ese tipo de canciones que, como a mí me gustaría, por mi lado melódico”.

De dicha preferencia quizá venga su crítica a la actual forma monocorde de su admirado Dylan de cantar en directo. “Y también toma el pelo a los adoradores al romper sus clásicos en trocitos y reconstruirlos malamente”, añade.

Amor por la melodía, que no por la melancolía, frecuente en las primeras entregas de Hitchcock como solista. “En ese sentido, podían resultar algo viejas, será que ahora estoy rejuveneciendo”. Quizá lo diga por su disco de 2013, Love from London: “Es una celebración del estar llegando al final de mi tiempo o el de otros, una fiesta en la cubierta del Titanic; ser cantante obliga a ejercer de anfitrión”. No se dejen engañar: Robyn se encuentra en plena racha de hiperactividad creativa, con tres trabajos en los dos últimos años. “No me acomodo, y tiendo a estar ocupado, quizá por el espejo de mi padre [el escritor Raymond Hitchcock]. Busco cosas que nunca encontraré, y en el transcurso sigo topándome con canciones. Al escribir no hay que forzar: mejor hacerse la estatua y que la canción se pose sobre tu hombro como un pájaro”.

Love from London está grabado en un dormitorio y sin The Venus 3. “Ellos son más bien la banda perfecta de rock, más divertida que The Soft Boys y más consistente que The Egyptians, los músicos que me han acompañado en una buena porción de mi carrera”. Con Peter Buck (colíder de R.E.M, guitarrista de The Venus 3 y telonero de la gira con su propia banda), la sintonía roza el pleno. “Al tocar nos hacemos eco uno del otro. Y recomiendo su álbum, aunque todavía le falte crecer como cantante”.

Precisamente con el vocalista de R.E.M., Michael Stipe, asistió hace poco al concierto en el que Yoko Ono celebraba sus 80 años. “El mundo del rock es de personas mayores. Mira los Stones, Dylan, Leonard Cohen… A mis 60, me siento afortunado: creo que voy a poder continuar haciendo esto hasta morir”.

Robyn Hitchcock & The Venus 3 + Peter Buck Band actúan hoy en El Sol a las diez de la noche.

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