Palestina, una solución sin sangre

El conflicto palestino, visto por un autor israelí decidido a ponerse en el pellejo de los árabes y por un equipo artístico español joven, sensible e incisivo. Ilan Hatsor escribió Re’ulim (Enmascarados) con 18 años, como reflejo en caliente de la primera intifada, reprimida por los ocupantes con puño de hierro: gases lacrimógenos en concentraciones altamente tóxicas, deportaciones arbitrarias, voladuras de casas… Sus protagonistas, tres hermanos, mantienen actitudes muy diferentes ante los israelíes: Daud, el mayor, trabaja para ellos para alimentar a sus padres, esposa e hijo, y a otro hermano (que no aparece en escena), en estado vegetativo desde que recibiera un tiro en la cabeza; Naim, el mediano, se ha echado al monte, para combatir a los invasores; Jalid, el tercero, acaba de afiliarse a la organización en la que milita Naím.

En el primer acto, Naím vuelve a la carnicería de Jalid para advertirle de que los líderes de su organización (aunque no se dice, se entiende que es la OLP) vienen a por Daud, sospechoso de ser el delator de los militantes que el ejército israelí secuestró en el pueblo, días atrás. Necesita pruebas de la inocencia de su hermano, para que no lo maten. En el segundo acto, durante su fraternal reencuentro a cara de perro, Daud, el acomodado, y Naím, el extremado, escenifican un debate universal: también en España en cada negociado de la vida encontramos a quien se apega al poder, acepta sus servidumbres y sus regalías y hace y dice lo que conviene sin dudarlo, y a quien se compromete, arrostra los peligros y vence el temor a verse en situaciones incómodas.

El actor Álvaro Vázquez, la directora Iria Márquez y sus compañeros han tenido el arrojo de escoger un texto espinoso, escrito con conocimiento de causa y con una pericia impropia de un autor tan joven, aunque flaquee en el primer acto (a ratos sentimos que los personajes nos están pasando información) y al encarar el final, cuando Hatsor convierte en thriller un drama hasta entonces certeramente expuesto y desarrollado.

La profundidad del espacio escénico de Nave 73 (bonito teatro de 100 localidades recién abierto en Palos de la Frontera, 5) ayuda a poner en valor el limpio montaje de Iria Márquez y el trabajo de sus actores, que tensan hasta el extremo el espléndido segundo acto. Pedro Santos imprime a Daud calidez humana, una verdad honda y una simpatía sin las que no se entendería el éxito con el que este personaje navega entre dos aguas; Álvaro Vázquez tiene el peligro cierto y la presencia del hombre dispuesto a todo, y Antonio Lafuente afronta el difícil papel de tercero a la expectativa, con una eficaz actitud Actors Studio, un pelín subrayada en algunos instantes. Del 5 al 22 de septiembre, Enmascarados se repondrá en el Teatro de la Guindalera.

MASKED (ENMASCARADOS). Autor: Ilan Hatsor. Traducción: Álvaro Vázquez. Intérpretes: Antonio Lafuente, Pedro Santos y Álvaro Vázquez. Luz: Sergio Valsera. Dirección: Iria Márquez. Compañía 7 Inks. Teatro Nave 73; 22 y 23 de junio.