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sindicATOS

Más afiliación, menos representación

ELA busca el cuerpo a cuerpo en las empresas para crecer como sindicato CC OO LAB y UGT optan por el paraguas de condiciones del ámbito sectorial

Pedro Gorospe
Manifestación del sector del metal guipuzcoano en mayo
Manifestación del sector del metal guipuzcoano en mayojavier etxezarreta (Efe)

Euskadi avanza con el paso firme hacia la desprotección de muchos miles de trabajadores vascos. La reforma laboral que consagra el día 7 de julio como la frontera entre dos eras de relaciones laborales va a abrir un hueco considerable entre los propios trabajadores, pero por un doble motivo.

Además de la brecha entre trabajadores con condiciones laborales actualizadas y los desregulados, además de quienes se incorporen a partir de ese momento a su empleo, se van a poder dividir entre los representados sindicalmente y los que van a perder toda esperanza de tener una representación sindical.

Los 300.000 trabajadores de empresas de hasta cinco trabajadores se quedan fuera de juego

El hecho de que la reforma laboral dé prioridad a la negociación en las empresas en detrimento de la negociación sectorial va a invertir preocupantemente la situación.

Si el día 7 unos 320.000 dejarán de tener sus condiciones vigentes al haber pasado un año desde el decaimiento de sus convenios sectoriales o provinciales, el 70% de todos los empleados vascos se van a enfrentar a otro problema mayor.

El hecho de trabajar en pequeñas empresas, la mayoría de menos de 10 trabajadores, les va a privar de tener representación sindical. Si hasta ahora los convenios sectoriales establecían un suelo para sus condiciones, este dejará de existir. Las batallas se centrarán en las empresas, pero en un país con un tejido empresarial tan disperso, llegar a todas no es posible. La reforma laboral va a favorecer que los sindicatos ganen afiliación porque la batalla se librará empresa a empresa, pero los cerca de 300.000 empleados en firmas de hasta cinco trabajadores se quedan fuera de juego, como también lo hacen muchos de los otros 280.000 que trabajan en firmas de hasta 49 trabajadores y que, en muchos casos, no llegan a nombrar delegados sindicales.

El 7 de julio se acerca con las patronales fortalecidas y unidas y con los sindicatos nadando en un mar de indefinición

“Si la negociación colectiva representa al entorno del 70% de los trabajadores con un nivel de afiliación relativamente bajo, vamos a pasar a una afiliación mayor pero con un nivel de representación mucho menor”, advierte la responsable de Negociación Colectiva y de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente. “Se invierte la situación y ese escenario para los trabajadores es una mala noticia”, dice.

Un panorama en el que ya se producen los primeros movimientos. La huelga de una semana que comienza hoy, convocada de forma unilateral por ELA, pero solo para aquellas empresas que no hayan renovado sus convenios, es un movimiento significativo de esta estrategia.

Cuando apenas faltan quince días para ese fatídico 7 de julio, ELA, cuyo lema para afrontar los conflictos sindicales es “más organización” verá cómo crece la suya todavía más en el nuevo e incierto modelo de relaciones laborales si las patronales y el resto de los sindicatos no pactan la extensión de los convenios sectoriales y provinciales.

ELA no gastaba esfuerzos en la negociación sectorial porque ya le cubrían ese flanco los demás sindicatos y, podía mantener mayor nivel de exigencia y dureza porque al final, todos los trabajadores se beneficiaban de la firma sectorial, incluso en los de eficacia limitada. ¿Para qué quemarse en el sector?

Eso ha cambiado radicalmente. ELA no se mueve pero, si ahora LAB no logra con CC OO y UGT parchear o resolver el fin de la ultraactividad, la desregulación de miles y miles de trabajadores y la ausencia de representación sindical va a afectar también a los afiliados a ELA.

“No sé si el mismo día 7 de julio, pero podría ser el 8 o el 10 o el 15, si la patronal recomienda a sus empresarios recortar las condiciones se van a enfrentar a una huelga general indefinida”, afirma Antonio Ríos, secretario del Metal de UGT. “Si siguen así no va a quedar otro remedio”, dice.

En ese contexto LAB no enseña sus cartas. Defiende la negociación sectorial pero no aclara si va a sumar sus fuerzas abiertamente a CC OO y UGT para lograr un pacto interprofesional.

De momento, se ha separado de ELA en este asunto, y ha convocado movilizaciones conjuntas con CC OO y UGT para esta misma semana. El día 7 de julio se acerca con las patronales más fortalecidas y unidas que nunca y con los sindicatos nadando en la indefinición.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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