IU apuesta por la renovación en la asamblea más pacífica de su historia
Antonio Maíllo se ha negado a ceder a las presiones de la CUT para evitar una lista alternativa El cambio en la cúpula de IU no genera tensiones, pero plantea incógnitas a medio plazo
Los más jóvenes no sabían responder a la pregunta, pero los veteranos comunistas como Willy Meyer, Felipe Alcaraz, Antonio Romero, José Luis Centella o Diego Valderas no tenían ninguna duda. La 19º asamblea que celebra Izquierda Unida desde el viernes en Sevilla es, si no ocurre nada mañana, la más pacífica en sus 27 años de historia. Nada de tensiones ni de tirones ni de emboscadas. Como estaba previsto, se han presentado dos listas al consejo andaluz, el máximo órgano entre asambleas, que será el que elija este domingo a Antonio Maíllo como nuevo coordinador, poniendo fin a 12 años de mandato de Diego Valderas.
Hasta el último momento se intentó una sola candidatura, algo que hubiera sido insólito en la historia de Izquierda Unida de Andalucía. La CUT, el partido que lidera Juan Manuel Sánchez Gordillo, prefirió medir fuerzas, más por la dinámica guerrillera de este grupo (que representa un 11% en IU), que por el propio alcalde de Marinaleda. Este no atraviesa por sus mejores momentos y aunque ya está pensando en su campaña estival de ocupaciones de fincas y “acciones sorpresas”, era de la opinión de que una vez que las tesis de su partido no habían sido aceptadas por la mayoría, lo mejor era ir en la lista del futuro coordinador.
La principal propuesta de la CUT, que fue tumbada, era y es la celebración de un referéndum sobre la presencia en el Gobierno andaluz antes de la aprobación de los Presupuestos de la Junta de 2014. Este colectivo apuesta por la salida del Ejecutivo. La CUT intentó ejercer presiones sobre el futuro coordinador que no le sirvieron para nada. A cambio de retirar su candidatura (en realidad van empotrados en una que lidera la concejal de Carmona y miembro de Izquierda por la Base Encarnación Milla) reclamaron una cuota de poder en la futura ejecutiva y en el consejo andaluz. Maíllo lo rechazó, entre otras razones, porque quiere formar un equipo lo más cohesionado posible y se ha negado a que las distintas corrientes le presenten un listado cerrado de nombres. Eso lo ha dejado muy claro en las múltiples reuniones previas que ha celebrado.
El Presupuesto de la Junta, a debate de las asambleas
Izquierda Unida va a someter a discusión de todas sus organizaciones locales el proyecto de ley de Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2014, según ha aprobado la 19ª asamblea de la federación. La presidenta del congreso y consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, ha asegurado que esta decisión responde a la demanda planteada por las distintas asambleas locales que han reclamado “conocer y participar en la elaboración” de las cuentas regionales que presentará el Gobierno andaluz de coalición de socialistas e Izquierda Unida.
“Se van a recoger aportaciones de las asambleas antes de que se aprueben los presupuestos”, señala. No obstante, este proceso no será previo a la presentación del proyecto de ley de los Presupuestos, sino que se abrirá una vez que el texto entre en el Parlamento andaluz a finales de octubre. Es decir, que ya vendrá con las principales líneas pactadas entre los dos partidos.
El portavoz de IU en la comisión de Hacienda, Ignacio García, ha avanzado que su formación “no va a negociar solo los presupuestos” de las tres consejerías que dirige (Fomento, Turismo y Administración Local) con el PSOE, sino el conjunto de los departamentos de manera transversal. Según las estimaciones de IU estas negociaciones con sus socios se abrirán en un mes o mes y medio. Lo que más preocupa son las partidas de Fomento y Vivienda, que ya sufrieron un fuerte recorte en el Presupuesto en vigor al aparcarse toda la obra nueva.
En el documento aprobado también se establece que el Consejo Andaluz será el órgano que decidirá la provincia por la que concurrirá el candidato a la Junta para evitar lo que le ocurrió a Valderas que fue por Huelva y no salió elegido diputado. El texto también prohíbe a los cargos de IU “organizar, participar y promover eventos religiosos”.
El futuro coordinador ha pedido manos libres para formar una dirección que se caracterizará por la renovación generacional y la paridad. Es seguro que en el órgano colegiado estarán con Maíllo el portavoz parlamentario, José Antonio Castro, y el secretario general del Partido Comunista de Andalucía, José Manuel Mariscal. Los tres han sido los muñidores de todas las alianzas, los que han trenzado y cosido los apoyos de aquí y de allí ante la atenta mirada de sus mayores. “Hasta el rabo todo es toro”, advertía el excoordinador Antonio Romero ante el optimismo general por el avance de las negociaciones.
También estará en la cúpula el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas. Este se encargará de la coordinación de las consejerías de IU en el Gobierno, pero no tendrá ningún cargo de relumbrón o de honor que le suponga un sillón más mullido que el de otros en la ejecutiva de Izquierda Unida.
En su afán por contar con todas las corrientes dentro de ese perfil de renovación generacional, que conecte con los movimientos sociales que abominan de los partidos tradicionales, tampoco se descarta que Maíllo cuente con Álvaro García Mancheño, líder emergente de la CUT. También con responsables de Izquierda Abierta, que ha roto su tradicional acuerdo con los de Gordillo para volar con alguien más afín a su programa. En este sentido, el PCA ha asumido celebrar anualmente una asamblea de rendición de cuentas. El diputado por Málaga, Alberto Garzón, la consejera Elena Cortés y la secretaria general de la Vivienda, Amanda Meyer, también estarán en la dirección. Todos ellos rondan la treintena. También se contemplan nuevas incorporaciones a IU a medio plazo. En este sentido es de destacar la intervención en la clausura de la asamblea la que fuera ex secretaria general del Partido Andalucista, Pilar González, miembro del grupo Primavera Andaluza.
Maíllo, que dejará la dirección general de Administración Local de la Junta a finales de junio, es un gran desconocido y el principal problema que tendrá que lidiar es su relación con Valderas. Su intención es blindarla de las presiones de unos y otros, es decir, de los respectivos “entornos”.
El hecho de que Valderas no se haya descartado como candidato a la Junta añade más incertidumbre a esta nueva etapa. Algunos dirigentes de IU restan importancia a esta incógnita porque están convencidos que la interrogante sobre los candidatos a la Junta afectará a los otros dos partidos del Parlamento. Están seguros de que Juan Ignacio Zoido no será el cartel del PP, pero también empiezan a convencerse de que José Antonio Griñán tampoco repetirá como candidato socialista.
La principal tarea de la nueva ejecutiva, que no se elegirá hasta dentro de dos semanas, es contar con un núcleo dirigente dedicado de lleno a fortalecer la débil estructura organizativa de Izquierda Unida. La entrada de IU en el Gobierno andaluz ha supuesto, como reconocieron la mayoría de los portavoces provinciales en el debate del informe de gestión, mucha tranquilidad, pero también la descapitalización de la organización. Hasta 83 personas ocupan puestos de responsabilidad en la Administración central y periférica de la Junta.
En ningún plano de preocupación aparece, por ahora, el temido abrazo del oso por su acuerdo con el PSOE. Las referencias a este partido siempre han sido recurrentes, pero ahora lo son para señalar que es IU la que está marcando el ritmo en el Gobierno. También aventuran un papel más autónomo del grupo parlamentario para defender su programa electoral, aunque sin poner en riesgo el pacto de coalición.
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