Carles Dénia se pone frente a las cuerdas en el Micalet

Fueron numerosos los espectadores que salieron sorprendidos por las cualidades interpretativas de Carles Dénia del concierto colectivo, celebrado a favor de Ca Revolta, en el Palacio de Congresos de Valencia. “No sabía que era tan bueno”, comentaba alguno que sólo había escuchado antes de pasada alguna cosa grabada. Unas breves intervenciones del guitarrista y cantante gandiense bastaron para dejar patente que es uno de los mejores músicos que ha dado el País Valenciano en los últimos tiempos.

Que a pesar del nivel mostrado por sus dos últimos álbumes, Tan alta com va la lluna y El paradís de les paraules, el público pueda sorprenderse de su calidad interpretativa con una corta aparición en un concierto colectivo se explica en buena medida por sus escasas actuaciones en Valencia. Prácticamente sólo en conciertos a beneficio de … Añádese en los puntos suspensivos una causa solidaria.

De ahí la relevancia que tiene el próximo concierto anunciado en el Teatre Micalet, el viernes próximo. Será el primero con planteamientos estrictamente artísticos que Dénia ofrece en el Cap i Casal. A pesar de eso, que debería ser aliciente bastante para completar aforo, no deja de manifestar una cierta inquietud. “Me la juego personalmente, lo he alquilado yo, lo produzco yo y no sé cómo responderá el público”, confiesa, poniendo de relieve una circunstancia usual en los artistas valencianos, por muy contrastadamente buenos que sean: Solo ante la taquilla.

En aguas profundas

“Tal como están las cosas, comienzas a confiar más en colectivos y asociaciones, modestos pero cumplidores, que en muchas instituciones”, revela este músico curtido en el rock de su juventud, en La Safor; formado en el jazz en Holanda después, y zambullido de lleno en las aguas más profundas del canto tradicional valenciano y del flamenco a su vuelta a casa. Aunque viva en Catalunya.

“Continuo haciendo colaboraciones de todo tipo y explorando nuevos territorios musicales”, explica, tras realizar casi una treintena de conciertos por el norte de Europa. “Era un tributo a Paco de Lucia con un guitarrista de flamenco donde yo cantaba y tocaba el cajón”, aclara.

Más sorprendente resulta su participación en un proyecto aventurero, arriesgado y valiente que indaga las conexiones entre el free jazz y el flamenco y que, no por casualidad, se llama Free Art Ensemble. “Somos doce músicos de todas las partes de España que hacemos improvisación libre sobre bases jazzísticas y flamencas”, comenta encantado de trabajar en una empresa que se cimenta en dos de sus principales fuentes de inspiración.

En el concierto del próximo día 14 en el Micalet de Valencia, Carles Dénia recupera el protagonismo de la guitarra y se presenta en cuarteto, con Lluna Aragón, Tóbal Rentero y Pau Figueres. Profusión de cuerdas, otro formato y otra música, aunque con las mismas señas de identidad: el sentimiento, la precisión técnica y una ambición expresiva sin límites todavía conocidos.

“Haremos una mezcla de mis dos últimos discos, incluyendo temas que todavía no he grabado, como las Seguidilles de Zarra i Enguera o la petenera”, avanza. Será, en todo caso, uno de los Carles Dénia posibles, el más radicalmente valenciano de ellos.