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La venta de un teléfono, móvil del crimen de Cerdanyola

La trifulca mortal se inició en el interior de un bar y continuó en la calle

La venta de un teléfono móvil se perfila como el motivo que desencadenó el crimen ocurrido el pasado sábado por la noche en Cerdanyola del Vallès. Un hombre de 36 años fue apuñalado en la calle tras mantener una discusión con una persona a la que, presuntamente, había vendido el aparato.

Mohamed, testigo de los hechos y amigo de la víctima, explicó que el fallecido había vendido el aparato a una familia de origen dominicano, “vecinos nuestros de toda la vida”. El comprador llevó el móvil a su país, pero no funcionó. De vuelta a Cerdanyola, y acompañado por otras personas, reclamó al vendedor, un ciudadano marroquí, que le devolviera el dinero. Este se negó. El presunto agresor, que ya ha sido detenido por los Mossos d’Esquadra, esgrimió entonces un “cuchillo grande” y se lo clavó en el pecho.

“Nuestro colega corrió unos metros hasta la esquina y allí cayó al suelo y fuimos todos, pero ya no pudimos hacer nada”, añadió el testigo, quien precisó que en la agresión participaron dos personas.

Una mujer francesa de 58 años, por otra parte, murió ayer al sufrir una parada cardiaca mientras practicaba submarinismo en el Port de l’Estartit. Una de sus acompañantes, una mujer de 53 años, también se encontró mal mientras practicaba el deporte y está herida grave. Otro hombre que iba con ellas, de 26 años, ha sido atendido por agotamiento.

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