Un rival de Adelson en el negocio del juego invertirá en BCN World

Poca gente duda que los futuros proyectos de BCN World, en Tarragona, y el de Eurovegas, en Madrid, no vayan a competir por el mismo negocio, el del turismo asociado a los casinos, y por el capital dispuesto a invertir en un país como España. Esa rivalidad podría ser total después de que ayer la promotora del futuro complejo catalán, la compañía Veremonte, anunciara el nombre de los tres primeros inversores dispuestos a sumarse al proyecto. Uno de ellos será la compañía china Melco, propietario de Lawrence Ho, primogénito de Stanley Ho, un magnate del juego de Macao que compite allí con Sheldon Adelson, el multimillonario estadounidense que quiere levantar Eurovegas, por el que también luchó la Generalitat para que desembarcara en Cataluña.

Además de Ho, el empresario Enrique Bañuelos, quien controla Veremonte, presentó a los otros dos accionistas que se han comprometido a invertir en el proyecto: la hotelera Meliá y Value Retail, la operadora de centros comerciales especializados en tiendas outlet, como La Roca Village (Barcelona).

Si la buena noticia es que BCN World tiene tres inversores con disposición para desembolsar 766 millones de euros en el proyecto, la mala es que de momento el complejo arrancará con solo uno de los seis resorts con los que Bañuelos se plantó el pasado 7 de septiembre en el Palau de la Generalitat para presentar el complejo. Inicialmente se construirá uno de 1.100 habitaciones, con zona comercial y su correspondiente casino. La mitad de los 766 millones de euros previstos correrá a cargo de Veremonte, la compañía de Bañuelos, que pedirá crédito a los bancos y después prevé devolverlo paulatinamente con la venta de apartamentos. La inversión restante se repartirá entre las tres empresas, que serán a la vez gestores e inversores, según explicó Xavier Adserà, consejero delegado de Veremonte y futuro presidente de BCN World. Adserà no ha detallado, sin embargo, qué parte asumirá cada empresa. Veremonte pensaba contar con una inversión inicial de 4.600 millones de euros.

Con el primer recinto de BCN World, que se ubicará a caballo de Vila-seca y Salou (Tarragonès) y podría inaugurarse en 2016, Veremonte calcula crear 5.000 puestos de trabajo directos. Ocupará un terreno de 300.000 metros cuadrados, ampliable a 500.000 con su máximo número de habitaciones. Esto es menos de un 10% de las 600 hectáreas disponibles para la iniciativa. “Lo que tenemos en estos momentos es lo que acabamos de explicar, este es un proyecto a largo plazo, en estos momentos definir la totalidad del proyecto sería hacer ciencia ficción”, dijo Adserà.

Bañuelos agradeció la ayuda de la Generalitat y afirmó que BCN World no necesitará emplear “ni un euro público”. “La Generalitat ha puesto equipos permanentes e incluso recibido a numerosos inversores internacionales que han venido a conocer el proyecto incluso en días festivos o jugando el FC Barcelona, este es un proyecto estratégico", subrayó Bañuelos. Gabriel Escarrer, consejero delegado de Melià, aventuró que el complejo puede convertirse en un “lugar de referencia mundial”.

El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, recordó que el turismo es una de las industrias principales de Cataluña y avanzó que en ningún momento Veremonte ha pedido cambiar la ley de tabaco para poder fumar en el interior del casino. Mas-Colell sí avanzó, sin embargo, que deberán hacerse cambios en el Centro Recreativo Turístico (CRT), en el que participan los ayuntamientos de Salou y Vila-seca para repartirse entre los beneficios de Port Aventura. El Parlament deberá aprobar también una modificación de la ley del juego, paso indispensable para que pueda ponerse de una vez la primera piedra de BCN World.