El Uxue vendió cara su derrota

El Uxue Bilbao Basket estuvo a punto de llegar vivo a la difícil orilla. Lo ha intentado hasta el último suspiro, vendiendo muy cara la eliminación y la despedida a la temporada liguera. El equipo bilbaíno apretó hasta el último suspiro y comprometió el triunfo del Barcelona Regal, que jugará así una de las semifinales de la ACB contra el Herbalife Gran Canaria.

Después de un cómodo triunfo en el primer partido (88-62) y un segundo igualadísimo (90-89), el Barcelona debió remontar una situación agónica en el tercer y último acto al que le llevó el Bilbao, que en el tercer periodo se puso ocho por delante (37-43). Finalmente, la aparición en la cancha de Saras, Víctor Sada y un inconmensurable Lorbek (20 puntos) hicieron posible el triunfo azulgrana frente a un rival extenuado que cuajó un brillante partido.

El Bilbao no quería un escenario como el del jueves pasado, cuando tras el primer cuarto el partido estaba poco menos que sentenciado. Para ello, jugó al límite en cada jugada con ayudas intensas en defensa para desdibujar la ofensiva del Barça e incomodarle en todos los lanzamientos.

El Barça rápidamente entendió que el encuentro que se le presentaba era de otra pasta. A pesar de ser un equipo superior cerca del aro, el Barcelona se vio atemorizado por un rival que le empujó lejos a jugar y le obligó a una cantidad de pérdidas de balón impropias en un equipo como el azulgrana y a lanzar desde la larga distancia, todo calvario de desaciertos en los tres primeros cuartos.

A pesar de tener a un Barça menguante, el Bilbao no aprovechó las ocasiones que se le presentaron para abrir una pequeña brecha en el marcador. Un triple de Zisis, uno de los mejores jugadores del equipo visitante, dio la última ventaja en el arranque del partido a su equipo (8-10).

La mejor versión de Marcelinho apareció para, en un parcial de 6-0, tras un triple del brasileño, llevar la máxima hasta entonces del equipo catalán (15-10), a falta de 3:01, que se amplió a seis (20-14), después de un triple de Lorbek.

En el segundo cuarto, nuevamente Zisis tomó el balón para liderar a un Bilbao que a poco que apretaba se comía a su rival (22-21). Abrines anotó el tercer y último triple de la que iba a una nefasta serie de 3-15 intentos del Barça (25-21), mientras que en el bando contrario la intensidad defensiva seguía provocando estragos en un Barça desconocido, a pesar de que dominaba ligeramente el tanteador, y de volver a lograr una máxima de seis puntos (27-21), tras un enceste de Loukas Mavrokefalidis.

Un parcial de 2-9 llevó al Bilbao otra vez a liderar el tanteador cuando faltaban 2:59 para la media parte, después de un triple de Zisis (31-33), el hombre del partido hasta entonces, que con una canasta posterior cerró la primera parte con diez puntos. La otra cara de la moneda fueron los 2 anotados por Juan Carlos Navarro y los ocho balones perdidos por el Barça.

Se puso en marcha el tercer cuarto con una mínima ventaja para el equipo bilbaíno (33-35), que ampliaría a una máxima después de un triple de Zisis (37-43), aprovechando la incapacidad del Barça para transformar lanzamientos de larga distancia.

Con catorce pelotas perdidas y con un marcador que empezaba a hacer mella en el equipo catalán, aparecieron dos jugadores imprescindibles para la suerte azulgrana: Loukas Mavrokefalidis y Erazem Lorbek. Un 7-0 con puntos de los dos pivotes devolvieron al Barça al partido (44-45).

Konstantinos Vasileiadis, que ya había hecho estragos desde la larga distancia al final del tercer cuarto (46-50), fue el verdugo de los azulgrana en el arranque del último cuarto, con dos triples consecutivos, un segundo de ejecución casi imposible, aunque el Barça también tuvo el acierto que hasta entonces le había faltado (54-56).

Estaban a punto de producirse los mejores momentos del Barça, con Saras y Jasikevicius en la dirección y con el resto de jugadores en un tono anotador del que el conjunta azulgrana sacó el máximo provecho.

El Bilbao, que había llegado asfixiado al cuarto acto, ya no tuvo más respuesta que algunas acciones de un valiente Hamilton, con cinco puntos consecutivos (74-78) para hacer frente al vendaval que había producido en el rival, donde todo lo que probaban entraba, incluso desde la larga distancia, con un sorprendente 4 de 4 intentos.

Una última canasta de Sada dio la máxima a su equipo en el partido (79-68), que no reflejó la igualdad que había existido durante todo el partido, pero que ponía de manifiesto la superioridad de recursos con los que cuenta el Barcelona respecto a su rival, que sólo pudo tener a nueve jugadores.