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Vuelta a la realidad

El cuerpo humano se multiplica en las pantallas de la feria de videoarte Loop, que reúne 44 galerías y 18 estrenos mundiales

Fotograma de 'Nefandus' de Carlos Motta (2013).
Fotograma de 'Nefandus' de Carlos Motta (2013).

Las imágenes abstractas, que dominaron el panorama de la creación audiovisual en los últimos años, vuelven a dejar paso al realismo y más concretamente al cuerpo humano en todas sus declinaciones. Lo demuestra la selección de obras que se proyectan en la feria de videoarte Loop, que a lo largo de diez ediciones se ha consolidado como una plataforma aglutinadora capaz de dar el pulso de la situación global del sector.

Un año más, 44 habitaciones del Hotel Catalonia Ramblas de Barcelona han abierto sus puertas a otras tantas galerías (de las que sólo siete son españolas), que presentan propuestas monográficas y han elegido este evento para presentar sus estrenos más sonados. Entre las premières, que este año son 18, destaca el último trabajo de La Ribot, que ha rodado las reacciones del público durante una de sus performances y la serie por entregas Los tres momentos que cambiaron el mundo de Adrián Melis, que con 1.800 euros es una de las piezas más baratas de la feria. Resultan especialmente atractivas, también las instalaciones con proyecciones sobre el tema del copyright, provocadoramente realizadas en PowerPoint, de Rubén Grillo, que por 3.000 euros incluyen hasta proyector.

Cuerpos, performances y música clásica se mezclan en varias obras. Entre la crueldad y la fragilidad, la belleza y la violencia Javier Pérez pone en escena una bailarina, que ha customizado sus zapatillas de ballet con dos afilados cuchillos. El japonés Koki Tanaka ha reunido cinco pianistas y les ha pedido crear una composición juntos para estudiar los comportamientos creativos colectivos. El sosiego de su propuesta es diametralmente opuesto a la angustia del panameño Jhafis Quintero, que abrazó el arte en la cárcel. Quintero, que como Tanaka representará su país en la Bienal de Venecia, exhibe el quinto vídeo de una serie de 10, uno por cada año que pasó en la cárcel. El ser humano sigue siendo el protagonista aunque sólo se vean sus manos en el vídeo de Glenda León, representante de Cuba en Venecia, que va raspando con un cuchillito la tinta de un billete de 100 dólares, para luego esnifársela con una hoja de coca. En cambio son sólo sombras los interpretes de la pieza de Anthony Goicolea, encerrados en unas tiendas de campaña y rodeados de nieve como si fueran muñequitos encerrados en una bola de cristal.

La experimentación, menos abundante que en otras ediciones viene de la mano de tres grandes: Ignasi Aballi, Gary Hill y Harun Farocki. Aballí ha rodado la proyección de la película del hombre que camina en una cuerda entre las Torres Gemelas, aunque nada es reconocible y sólo se ven las mutaciones orgánicas de una bola de luz que parece un astro. Convencido de que la experiencia con el LSD es la obra de arte por excelencia, Gary Hill realiza una acción en un espacio generado por ordenador, según la composición molecular del ácido lisérgico, que ha utilizado también para crear los asientos. Farocki en cambio propone una instalación multipantalla donde deconstruye la historia la animación digital a partir de los juegos más conocidos. Es la obra más cara de la feria, 40.000 euros, mientras que la gran mayoría se sitúan entre los 4.000 y los 6.000 euros.

Por primera vez Loop se abre al mundo a través de la plataforma virtual DoingDoing, que retransmitirá en tiempo real vía Internet lo más destacado de la feria, a través de los relatos de sus visitantes profesionales: comisarios, artistas y directores de museos, que contestarán en directo a todas las preguntas que los internautas les quieran formular.

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