Camps ignora a Fabra y reivindica sus mayorías absolutas al frente del PP

El expresidente de la Generalitat Francisco Camps se colocó este miércoles, por primera vez desde su dimisión hace casi dos años, frente a una nube de periodistas. Y no para explicar el almuerzo que mantuvo en el palacio de La Zarzuela el 29 de marzo de 2004 con Rita Barberá, Iñaki Urdangarin y su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, que ha detallado al juez que instruye el caso Nóos los detalles de una reunión que sirvió para obtener a dedo contratos millonarios de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia.

Camps rompió su silencio para reivindicar sus “tres mayorías absolutas y tres legislaturas ganadas” e ignorar a su sucesor, Alberto Fabra, que esta semana confiaba en ganar protagonismo con la celebración del primer aniversario de su elección como presidente regional del PP en el 13º congreso de Alicante.

“Agradecer dos años después a todos mis conciudadanos el apoyo tan expresivo, tan evidente, tan absoluto que me dieron ocho años de ser presidente de la Generalitat que es lo más importante que un político puede ser”, indicó Camps en los pasillos de las Cortes. “55 escaños no se sacan todos los días. Aunque en estos dos años no he tenido ocasión de hablar con ustedes”, les dijo a los periodistas, “imagino que lo que les interesa es cómo me siento: feliz y satisfecho”.

Camps estudió cómo escenificar sus declaraciones sin responder a ninguna pregunta. A su llegada al hemiciclo, el expresidente se negó a atender a los periodistas que le interpelaron (en ese momento, muy pocos). Luego conversó en su escaño con varios diputados afines y cuando fue consciente de que ya estaban todos los medios esperando su salida, realizó las declaraciones y se marchó.

Camps y Barberá, ausentes del debate parlamentario sobre el ‘caso Nóos’

Las manifestaciones de Camps causaron enorme malestar en el entorno del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que prefirió ignorar lo sucedido. Especialmente en una semana donde se quiere celebrar su elección en el congreso del PP —con un acto al que acudirán los ministros de Economía e Industria— y en el ecuador de una legislatura en la que intenta destacar los logros de su gestión. El socialista Antonio Torres instó a Camps a callarse y dimitir por haber arruinado la Generalitat.

La intervención de Camps se produjo apenas unas horas después de la entrevista de Antena 3 en la que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, amagó con volver a primera línea de la política.

Camps, que en su día recurrió a una persona interpuesta para desmentir a través de una agencia de comunicación que hubiese mantenido ningún almuerzo en La Zarzuela en relación con el caso Nóos, abandonó el hemiciclo antes de que se debatiese una propuesta de Esquerra Unida relacionada con este asunto. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no acudió, pese a que se había anunciado en su agenda oficial.

Ignacio Blanco (EU) defendió una iniciativa en la que se instaba al Consell a personarse como acusación particular en el sumario del caso Nóos que instruye el juez José Castro en Palma de Mallorca. Blanco argumentó que es la presencia de Camps y Barberá, que pueden ser imputados en un futuro próximo, lo que impide al Consell personarse como acusación en el caso Nóos.

La iniciativa de EU fue apoyada por el PSPV y Compromís, pero rechazada por la mayoría del PP. La socialista Eva Martínez criticó el “miedo” de Fabra “a enfrentarse a esos fantasmas llamados Camps y Barberá”. Enric Morera, de Compromís, pidió que se recupere el dinero. La popular Verónica Marcos acusó a EU de hacer de “policías, jueces y fiscales”.