Urkullu plantea unir en una ponencia la LTH y el nuevo estatus político

El documento de quince páginas que entregó el lehendakari, Iñigo Urkullu, a los partidos ayer durante la mesa de partidos incluye en su calendario una propuesta de dejar para otoño la ponencia parlamentaria de autogobierno y modelo institucional. El compromiso de no abordar el nuevo estatus político hasta después del verano supone dejar en un segundo plano la creación de este foro parlamentario, que el lehendakari incluye en su programa de Gobierno y que el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, ya reclamó en febrero que se creara.

Su propuesta recoge dos incumplimientos. Por un lado, el de una resolución del propio Parlamento, que acordó -hace cuatro meses- crear en el plazo de tres meses una ponencia para analizar el entramado institucional vasco, una reflexión que ya se inició en la pasada legislatura y que no finalizó debido al adelanto de las elecciones autonómicas. Por otro, también incumple el compromiso de crear la ponencia de autogobierno en el primer semestre del mandato de Urkullu.

Ayer, los partidos no se refirieron a la ponencia del estatus político en su ronda, ya entrada la noche, con los medios de comunicación, y se centraron en las cuestiones acuciantes del calendario, como la reforma fiscal que deberá ser acordada en junio. A preguntas de los medios de comunicación hoy, EH Bildu ha visto en el planteamiento de Urkullu de dejar para otoño la ponencia de autogobierno  “cierta pereza” para abordar este tema, según Oskar Matute, que ha argumentado este hecho con lo que considera un temor del Gobierno a la “quiebra de sus buenas relaciones con el PP”. La coalición abertzale ha asegurado que les gustaría que tuviera “más velocidad” esta cuestión y Dani Maeztu ha señalado que, con ponencia o no, es preciso tomar medidas porque “día tras día” el Gobierno central está tomando decisiones que afectan a la

Tras la reunión de tres horas, el único que hizo referencia veladamente a la inclusión del nuevo estatus en la ponencia fue Gorka Maneiro, pidiendo que no se mezclasen grupos de trabajo.