La nueva estación de autobuses de Atotxa ya está en obras

Esta mañana han comenzado las obras de la nueva estación de autobuses de San Sebastián, en Atotxa, que estará terminada en 2016, según ha insistido hoy el alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre. La terminal tendrá un coste de 26 millones, de los que la mitad serán aportados a partes iguales entre el consistorio y la Diputación guipuzcoana.

Izagirre ha acudido junto a la concejal de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Nora Galparsoro, a la parcela donde se han iniciado los trabajos de desvío de servicios, que afectará al alumbrado, gas, agua y al tráfico en la zona donde se encuentra la estación de Renfe.

El portavoz del PSE en el Ayuntamiento donostiarra, Ernesto Gasco, ha señalado que en la coyuntura actual existen "ciertas dudas" sobre la obra y la viabilidad económica de la misma "si se confirma la merma de plazas en el parking proyectado, que podría perder una de sus plantas". De este modo, como presidente de la comisión no permanente sobre la estación de autobuses, ha citado para los próximos días a diferentes responsables técnicos y de las empresas para que detallen la situación.

El portavoz municipal del PNV en el Ayuntamiento de Donostia, Eneko Goia, considera que el inicio de las obras "es una buena noticia para la ciudad, aunque los donostiarras hayan tenido que esperar más de dos décadas de propuestas, contrapropuestas y debates para poder llegar a este momento. Creo que la tempestuosa historia de la tramitación de este proyecto debería enseñarnos una lección que convendría no olvidar".

Ramón Gómez Ugalde, del PP, ha manifestado sentirse satisfecho porque "finalmente nuestra ciudad parece que va a poder tener una estación de autobuses en condiciones. Una estación acorde con una ciudad moderna y cosmopolita como es San Sebastián”.

La nueva estación contará con 23 dársenas para los autobuses en una de las cuatro plantas de la infraestructura. Las tres restantes se destinarán a aparcamiento de vehículos. Las obras se prolongarán durante dos años y se realizará en cuatro fases, según ha señalado Galparsoro.

La primera fase consistirá en una adecuación de los servicios básicos de la zona y en la preparación del terreno para la excavación. Se cerrará el actual pasadizo subterráneo de Atotxa y el acceso al barrio de Egia se realizará mediante un ascensor.