Buenas y variadas relaciones políticas

Las irregularidades de Ocasa también han tenido connotaciones políticas. En 2008 comenzó a ejecutar en Ourense unas obras antes de que se las adjudicase el Ayuntamiento. La oposición del Partido Popular lo atribuyó a que uno de sus apoderados, José Ramón Fernández Morgade, vinculado ya a Oteca, iba en la candidatura del PSOE. Pero mucho antes José Rodríguez Álvarez ya era propietario de otra empresa de la que fue administrador el popular Tomás Pérez Vidal. Y a su hijo Roberto se le podía ver por Ourense en compañía tanto de populares como de socialistas o funcionarios. “Siempre se intentaron llevar muy bien con todos”, dice un ex diputado del PSdeG y corrobora un ex alto cargo del bipartito.

La última gota a un vaso ya repleto la ponen BBVA, Bankia y Novagalicia, que acaban de presentar sendas querellas por estafa contra Ocasa por, según afirman fuentes financieras, entregarles certificaciones falsas de obras públicas para obtener 11,6 millones de euros. La empresa ourensana admitió la deuda en el diario La Región pero niega que falsease documentos.

La historia empresarial de los Rodríguez Ogando podría no terminar aquí. Acreedores de Ocasa aseguran que “ya están poniendo en marcha otra empresa”. No lo tendrían difícil porque padre e hijos figuran con distintos cargos en más de una decena de firmas entrelazadas entre sí. El empresario del transporte al que dejaron colgado en el nudo de O Pino lamenta que “cualquiera que tenga pasta y abogados puede montar una empresa así y mandar a la ruina a familias enteras”.