“Es inmoral. Nos engañan con ofertas de trabajo falsas”
Algunos jóvenes caen en las trampas por desesperación
Burlados y engañados. Así se sienten los jóvenes que caen en las estafas que se esconden tras numerosas ofertas de trabajo que circulan por la red. “Me apunté a una entrevista de administrativa y, cuando me presenté a la cita, me dijeron que el puesto ya estaba cubierto, pero que, si me daba de alta en autónomos, podía quedarme como comercial”, relata Laia Vázquez, de 27 años.
La joven es una de tantas víctimas que ha sufrido la farsa que hay detrás de muchos anuncios laborales que, en el momento de la entrevista en persona, desaparecen como por arte de magia para dar lugar a otros trabajos más precarios y de dudosa legalidad. “Me dijeron que si me daba de alta en autónomos, me pagarían un fijo de 500 euros. Tenía que hacer un mínimo de cinco contratos diarios, pero supongo que si conseguía más las comisiones me las pagarían en negro”, apunta Laia.
“Me dijeron que si me daba de alta en autónomos, me pagarían un fijo de 500 euros"
La joven reconoce que se extrañó cuando recibió un correo electrónico para confirmar la entrevista porque “suelen llamar por teléfono”, pero aceptó por la necesidad de encontrar un trabajo. En cuanto llegó, se percató de que “algo raro” sucedía: “Tuve un poco de miedo porque todo era muy extraño. El ambiente era muy precario y la gente era rara. Me fui de allí pitando”, reconoce.
Otro clásico de las trampas que circulan por la red son los cursos de pago para acceder a un trabajo. Laura Jiménez es, muy a su pesar, una experta en este tipo de experiencias. Su último desencuentro con las ofertas de trabajo por internet lo ha sufrido hace apenas unos días con una empresa que la obligaba a hacer un curso para acceder a un puesto de sustitución en Correos. “Me dijeron que para entrar en Correos, aunque fuese de forma temporal para una sustitución, debía aprobar las oposiciones y que tenía que hacer un curso para acceder a ellas” cuenta.
“Me dijeron que para entrar en Correos, aunque fuese de forma temporal para una sustitución, debía aprobar las oposiciones"
Laura tenía amigos que habían trabajado de eso y sabía que Correos ya no es una institución pública y hace años que no convoca oposiciones, pero la empresa insistió. “Antes de decirme cuánto costaba el curso, tenía que pasar una entrevista para acceder a él”, abunda.
Tras cuatro meses sin encontrar trabajo, la joven reconoce que, por un momento, se lo pensó. “Te hacen sentir esa incerteza de si ir o no ir, porque a lo mejor es verdad y el trabajo lo necesitas”. Sin embargo, tras informarse acerca de la empresa en cuestión, se dio cuenta de que quien ofertaba el empleo en Correos era, en realidad, una compañía de cursos de formación. “Es completamente inmoral lo que hacen. Nos están engañando con ofertas de trabajo falsas”, sentencia.
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