Despedida del Parlamento entre el halago del PSE y las críticas de PNV y EH Bildu
Antonio Basagoiti destacó tras su última sesión que en 20 años nunca ha faltado a un pleno
Antonio Basagoiti ocupó ayer por última vez su escaño en el Parlamento. Lo hizo en una jornada en la que las despedidas se fueron sucediendo a lo largo de la mañana, con palabras de afecto pero también de crítica hacia el expresidente del PP vasco y su sucesora, Arantza Quiroga. El líder popular recibió palabras de agradecimiento y cariño por dirigentes como el socialista Rodolfo Ares, que habló de él como un “gran político y una buena persona”, y él correspondió al PSE cuando aseguró su mejor momento político fue el día en que su pacto con los socialistas arrebató la Lehendakaritza al PNV. Una aseveración que le valió los secos comentarios del portavoz nacionalista, Joseba Egibar, que aseguró que esta describe bien a Basagoiti. Egibar reconoció que su marcha le ha generado “cierta sensación de espantada”. Una precipitación de la que también habló el portavoz de EH Bildu Julen Arzuaga, que versó al mismo tiempo de una “tacha” de democracia interna en el PP vasco por su modo de encarar la sucesión. El parlamentario se mostró preocupado ante la figura de Quiroga, “la más conservadora entre los conservadores”, describió, para un momento en el que para EH Bildu se necesita un PP que avance.
Basagoiti se despidió en la sala de prensa recordando que nunca ha faltado a un pleno en casi 20 años de carrera política y deseando suerte al lehendakari porque “si le va bien a Urkullu le irá bien a Euskadi” y a Quiroga. Pero en su última rueda de prensa insistió en sus críticas a EH Bildu, a quien advirtió de que se tiene que despedir de ETA.
En el diario de sesiones quedan sus hitos en la tribuna, con momentos como su lectura, uno a uno, de los nombres de las víctimas de ETA por primera vez en el Parlamento hace dos meses o momentos cómicos como el día en el que planteó que “si la política fuese voluntad, \[PNV y EH Bildu\] podrían aprobar que Messi es vasco y a lo mejor no me importaba porque podría jugar en el Athletic”. O su corte a Patxi López cuando este era lehendakari por no responderle en euskera en una interpelación que el líder popular se afanó en plantear en esa lengua —que no domina—.
La socialista Isabel Celaá se despidió aconsejándole que matricule a sus hijas en un colegio trilingüe y Gorka Maneiro, lo hizo con su estilo: “Allí donde vayas, no sé si bien, pero estoy seguro de que hablarás mucho de UPyD \[...\] allí donde estés tendrás en el pensamiento a un partido político humilde y sencillo como el nuestro que en los últimos tiempos, creo, que te ha hecho pasar algunos malos momentos”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.