“Con listas abiertas no votaríamos a políticos corruptos”
La filósofa Victoria Camps advirtió del peligro del populismo en la política en tiempos de crisis
“Votamos a políticos corruptos porque no podemos elegir, con listas abiertas no les votaríamos”, aseguró la filósofa Victoria Camps que participó el miércoles por la noche en una nueva sesión de Seu Oberta, en ciclo de debate y reflexión que organiza la Universidad de Alicante y EL PAÍS. Camps, que no vino a Alicante para hablar de corrupción sino de uno de sus últimos libros El gobierno de las emociones, con el que fue galardonada Premio Nacional de Ensayo, en la modalidad de ensayo en 2012. Citó el tema de los escándalos políticos de pasada, pero luego el público insistió y le planteó varias preguntas al respecto.
La filósofa defendió las listas abiertas como mejor herramienta para apartar automáticamente a los corruptos de la política, aunque recordó que la corrupción siempre “es cosa de dos”, el que ofrece prebendas y el que las recibe. Camps no delimitó estas prácticas únicamente a los políticos y prefirió hablar de una cierta "clase dirigente" corruptible, y aseguró que en tiempos de crisis estos escándalos “se toleran menos” por parte de una sociedad angustiada.
Camps, catedrática emérita de Filosofía Moral y Política, vino a Sede de la Universidad de Alicante para hablar del lugar de las emociones en la ética. La filósofa aseguró que las emociones “que están muy de moda en la filosofía” tienen un papel “fundamental” en el comportamiento moral, y la segunda idea que desplegó es que las emociones son “gobernables y se pueden educar”.
En la mesa, junto al rector de la Universidad, Manuel Palomar, y la directora de la Sede, Josefina Bueno, Camps echó mano de varias citas de tres filósofos: Aristóteles, Spinoza y Hume. La filósofa habló de una ética “diferente heredada” y estableció diferencias entre deberes y normas. “La gente, en tiempos de crisis como los actuales, demanda códigos éticos, pero esos códigos se deben consensuar y la gente se debe adherir voluntariamente, de lo contrario no sirven”, aseguró Camps, que citó el caso de Lehman Brother que tenía aprobado un código ético y sirvió de poco.
Camps, ante una sala abarrotada de público, recordó que las emociones nos hacen “vulnerables” y que las emociones adecuadas son las que “nos ayudan a ser mejores personas”, y eso se consigue con la educación. La filósofa mostró cierto temor a que en tiempos de crisis triunfen los populismos que se basan en la legitimidad de la masa”. Y se quejó de los políticos no se avergüencen y tengan una nula “responsabilidad moral”.
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