El rechazo de los barceloneses a la inmigración se desploma hasta el 2%

El ciudadano barcelonés ya no ve la inmigración como un problema. De hecho, el porcentaje de vecinos que así lo considera es más minoritario que nunca, solo un 2,3%. El dato hace parte del informe La población extranjera en Barcelona, que ayer publicó el Ayuntamiento de la ciudad.

La estadística analiza el padrón municipal del 1 de enero de este año. La población extranjera se redujo en 2.131 personas con respecto a 2012, una bajada del 0,8%. Barcelona tiene, en total, 280.047 vecinos de origen extranjero, una cifra que no hace variar el porcentaje sobre el total de la población residente del año pasado: 17,4%.

En junio de 2008, la percepción de la inmigración como un problema llegaba al 15%. En diciembre del año pasado, cuando se realizó la encuesta Òmnibus del Ayuntamiento, este porcentaje se ubicó en el 2%. “Esto nos señala que la integración de la inmigración se está llevando a cabo con éxito y eso quiere decir que tanto el Gobierno de la ciudad como las entidades estamos haciendo bien nuestro trabajo y que lo debemos potenciar, porque la cohesión social se ha de trabajar entre todos”, aseguró Miquel Esteve, comisionado de Inmigración y Acción Comunitaria.

Menos reagrupaciones

Las cifras de este año confirman la tendencia del estancamiento del flujo migratorio. Un hecho significativo es el descenso en el número de solicitudes de reagrupaciones familiares. El año pasado se presentaron 3.118, 224 menos que en 2011. Son casi la mitad de las que de tramitaron en 2007.

Los barrios de Ciutat Meridiana, Canyelles y Roquetes (en Nou Barris) y El Bon Pastor (en Sant Andreu) son los que más población inmigrante perdieron el año pasado. La lista de donde más ha aumentado la población extranjera son Baró de Viver, Vallbona y Zona Franca.

El Eixample, con 48.917 extranjeros empadronados, repite como el distrito con más población foránea.