La ponencia vasca de paz y convivencia busca todavía consensuar sus bases

La ponencia para la paz y la convivencia del Parlamento vasco ha dado hoy sus primeros pasos reales para tratar de caminar hacia su objetivo. Lo ha hecho a puerta cerrada y por espacio de una hora y cuarto en uno de los salones de comisiones de la Cámara de Vitoria, donde los grupos han intercambiado documentos sobre cuál es la base que cada uno entiende como necesaria para iniciar los trabajos. La labor de partida no es baladí, ya que existe una importante discrepancia entre el bloque PNV-PSE y EH Bildu.

El grupo, compuesto por el momento por seis parlamentarios –dos del PNV, dos de EH Bildu y dos del PSE- y el letrado mayor de la Cámara, estudiará en los próximos días las diferentes propuestas y ha fijado un nuevo encuentro para dentro de quince días. Los socialistas han limitado su propuesta al “suelo ético” que aprobó la ponencia de paz de la anterior legislatura, el mismo texto que fue aprobado el 22 de marzo durante un pleno monográfico requerido por EH Bildu para debatir sobre el “conflicto político” y las vías para solucionarlo. Entonces, la coalición se quedó sola, junto a UPyD, evitando apoyar el texto frente al bloque PNV, PSE y PP, que refrendó el documento, un escrito que condena a ETA y que prioriza la dignidad humana y los derechos humanos por encima de cualquier aspiración política.

 El PNV, que apoya el texto del “suelo ético”, también ha presentado un documento que según fuentes parlamentarias se corresponde con el documento de bases que los nacionalistas plantearon al inicio de la anterior ponencia de paz. EH Bildu, por su parte, ha realizado su propio planteamiento, que aborda cuestiones como la política penitenciaria o el reconocimiento a todas las víctimas a través de una memoria completa.

 Conscientes de lo necesarios que son unos principios sólidos y de la dificultad que esta tarea supone, las distintas fuentes parlamentarias coinciden en destacar que la ponencia no avanzará si no se consensuan primero estas bases, para las que se darán el tiempo “que sea necesario”. Hasta entonces, no se fijarán ni comparecencias ni metodologías de trabajo. Solo los dos partidos con representación en la Cámara han realizado declaraciones públicas. El PP ha insistido en que su premisa para participar en la ponencia es que todos los allí presentes condenen a ETA –EH Bildu aún no lo ha hecho-, mientras que el único parlamentario de UPyD, que ha descartado por completo entrar en ella, ha insistido en que se busca seguir la agenda de la antigua Batasuna.

No se han abordado temas espinosos como las muertes de Thierry y Cabacas

Pese a las diferencias que se han hecho tangibles desde el primer minuto, portavoces de los distintos grupos han señalado que no ha habido momentos de tensión durante el encuentro de hoy ni se han tratado cuestiones de actualidad que no dejan de ser polémicas, entre ellas el fallecimiento del exjefe de ETA Xabier López Peña y los actos y homenajes a los que acudió la izquierda abertzale, o las últimas novedades en torno a la muerte del joven aficionado del Athletic, Iñigo Cabacas, debido al impacto de una pelota de la Ertzaintza cuando el entonces consejero socialista y ahora parlamentario del PSE en la ponencia, Rodolfo Ares, estaba a cargo de la policía autonómica, una muerte que EH Bildu enmarca en los excesos policiales.

Con todo, los ritmos que la ponencia se ha imprimido invitan a pensar en que su avance será lento y basado en muy pequeños pasos. Un grupo de trabajo que probablemente distará mucho del que le precedió durante el primer semestre de 2012, entonces con parlamentarios de PNV, PSE, PP, EB y tres de los cuatro parlamentarios del partido independentista Aralar, ahora todos ellos fuera del partido por su participación en este grupo. La primera ponencia fue constituida a finales de abril de 2012 y realizó al menos un pronunciamiento antes de que, en julio, el grupo emitiese su comunicado sobre el suelo ético que un año después, en marzo de este año, fue refrendado por el Parlamento.