El gobierno de Ferrol impone un control doble de acceso a los plenos
Esta mañana las protestas retrasaron el pleno convocado a las 8:30 horas
Los vecinos que quieran asistir en directo a los plenos del Ayuntamiento de Ferrol tendrán que salir con tiempo de sus casas si quieren entrar en la del pueblo. Hasta dos veces tendrán que identificarse formalmente para acceder al debate plenario. Primero, tendrán que cruzar el arco de seguridad y superar el control privado de la planta baja del consistorio. Después, entregar sus DNI a la policía municipal para identificarse, por segunda vez, en el pasillo de acceso al salón de plenos.
El gobierno local, que lidera con mayoría absoluta José Manuel Rey Varela, del PP, justificó este doble control en informe de la policía local -que no mostraron- que advertía del “riesgo” que acechó a los ediles durante el amago de pleno el pasado jueves 25, bronco y multitudinario pero sin incidentes, que terminó por posponerse entre gritos y abucheos a los concejales del PP, que se encerraron en una sala contigua. “La policía pone de manifiesto el peligro que se corrió en esta casa”, argumentó hoy el portavoz popular, José Manuel Vilariño, que hoy mismo dejó la corporación para asumir la presidencia del puerto ferrolano. Sostiene el jueves estuvo “en riesgo la integridad de las personas que se encontraban en el Consistorio”. Aunque el gobierno habla de 'incidentes' no se produjeron enfrentamientos de ningún tipo más allá del jaleo verbal a golpe de consignas -'sen flotel nin dique a comarca vai a pique'- y calificativos nada elogiosos (ladrones, corruptos, mentirosos) o 'culPPables' e 'incomPPetentes' en forma de pancartas.
Esta medida de refuerzo de control en los accesos empezó a aplicarse esta misma mañana después de que nuevas protestas retrasasen por segunda vez un pleno convocado a las 8:30 horas para tratar de esquivar la bronca. Distintos colectivos sociales hicieron circular la hora por las redes sociales y medio centenar de personas, la mayoría delegados sindicales de los astilleros en la ría, se plantaron bien temprano en el ayuntamiento para reclamar la carga de trabajo comprometida por la Xunta del PP.
La sesión se celebró a trompicones con varios recesos largos. Primero, los 13 ediles del PP, los 7 del PSOE y el único concejal de Independientes por Ferrol -Juan Fernández-, abandonaron la sala entre el griterío vecinal mientras BNG e Izquierda Unida permanecieron en sus escaños. Cuando el gobierno se reincorporó, los agentes de policía municipal requerían el DNI a los asistentes. El gesto indignó a los cuatro ediles que suman IU y el Bloque que, entonces si, salieron de la sala y abandonaron un pleno que se reanudó a las 11 de la mañana, ya sin público, y al que asistieron sólo tres de los cinco grupos: PP, PSOE e IF. La portavoz socialista, Natividad González Laso, quiso dejar claro que asistían por respeto a la institución pero criticó el “duplo control” impuesto a los ciudadanos y reclamó plenos “de puertas abiertas”.
Más allá de cánticos incómodos, gritos o pancartas, ni el pasado jueves ni este lunes se produjeron enfrentamientos, y el público se marchó pacíficamente tras visibilizar sus quejas. “Fuimos a hacer lo que ibamos a hacer, protestar, y luego nos marchamos”, comentó un operario de Navantia. La oposición ya ha dicho que reclamará al gobierno local el informe policial en el que se basan para controlar el acceso al pleno.
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