Un niño fallece en Córdoba al caer al Guadalquivir con su madre

Una mujer y su hijo cayeron al río Guadalquivir desde el puente de Miraflores, en Córdoba, la noche del pasado viernes. El niño, de cuatro años, falleció. Algunos testigos lo recuerdan inerte, arrastrado por la corriente. Otros, que aseguran que escucharon gritos pidiendo auxilio, afirman que la madre solo alcanzaba a asomar la cabeza por encima del agua.

La mujer, de 49 años, pudo ser rescatada a varios cientos de metros de distancia, a la altura del puente de San Rafael. Mientras era atendida por los servicios de emergencias, los agentes de rastreo encontraron el cadáver del menor, a unos pocos pasos.

La Policía Judicial ha tomado este sábado declaración a la madre, que estaba hospitalizada en el Reina Sofía, adonde fue trasladada ser tratada de hipotermia. Tras prestar declaración, ha quedado detenida "para preservar sus derechos procesales", según una fuente policial. Se espera que a lo largo de la mañana de este domingo pase a disposición judicial.

La tesis de que la muerte del niño sea un homicidio, derivado del intento de suicidio de su madre, ha ganado peso este sábado. La misma noche del suceso, algunos testigos indicaron haber visto a la madre arrojarse al agua con su hijo. La posibilidad del suicidio se reforzó tras conocer la existencia de un frasco con tranquilizantes en el bolso de la mujer, aunque se desconoce si llegó a consumir alguna pastilla.

La madre del niño es española y el pequeño fallecido era su único hijo. Desde hacía alrededor de cuatro años, la mujer vivía con un hombre de nacionalidad mexicana, que no era el padre del menor pero que, según distintas fuentes, ejercía como tal.

La policía ha interrogado a varias personas que presenciaron la escena para tratar de determinar cómo pudieron caer al río madre e hijo. Si bien un portavoz de la Subdelegación del Gobierno aseguró el viernes que se trabajaba con todas las hipótesis, la tesis de que el niño fue víctima de un homicidio ha sido este sábado la principal línea de investigación. La clave para dilucidar qué pudo pasar y si, efectivamente, la madre se intentó suicidar y arrastrar a su hijo con ella, está en la declaración que ha prestado la ahora detenida.

Algunos testigos han explicado que, a la altura del puente romano, vieron cómo el Guadalquivir arrastraba dos cuerpos. Según los testigos, el niño, que vestía una camiseta azul, flotaba boca abajo. Otros testigos llegaron a oír cómo alguien pedía auxilio desde el agua. Según las primeras hipótesis, el niño habría caído al agua antes que su progenitora.

Los dos agentes de la Policía Local de Córdoba que se lanzaron al río desde lo alto del puente de San Rafael para rescatar a las víctimas ha señalado que primero vieron al niño boca abajo y después a la mujer, que solo asomaba la cabeza. Ya en el agua, pudieron rescatar a la madre, pero no al pequeño, que se había sumergido. Una hora más tarde, se localizó su cadáver atrapado en unas ramas.

El río Guadalquivir aún baja muy crecido pese a que hace semanas que remitieron las lluvias. Ello y lo traicionero de sus corrientes, llenas de remolinos, complicaron las labores de rescate.

Los agentes ha realizado una inspección ocular del lugar desde el que pudieron precipitarse al río. Fue ese el punto en el que la policía encontró el bolso con las pastillas tranquilizantes.

El Guadalquivir fue escenario del despliegue de un fuerte dispositivo de emergencias en cuanto se tuvo conocimiento del suceso. Docenas de bomberos y policías tomaron la zona que separa los puentes entre los que se encontró el bolso y apareció el cuerpo sin vida del pequeño.