#madrid
Lecturas interesadas sobre el ERE de Telemadrid, Aguirre y el liberalismo flexible y el debut de Botella en la Red, hitos de la semana
Justicia interpretable. Diluidas las protestas por los 861 despidos en Telemadrid, el futuro de la cadena pública se dirimía esta semana en los tribunales tras el calculado órdago del presidente González, que ligó una hipotética anulación judicial del ERE con el cierre por insostenibilidad del ente. El martes, el Tribunal Superior de Madrid evitó anular el proceso pero lo tachó de improcedente y no ajustado a derecho, lo que obliga a indemnizar a los despedidos con los 45 días que solían compensar estas decisiones antes de la última reforma laboral. El júbilo de afectados y sindicatos se propagó enseguida por las redes con alusiones y ataques a González, que se apresuró a saludar la sentencia como un aval al ERE pese a que el texto cuestionaba su proporcionalidad y pertinencia. Más refinada aún fue la pieza con la que la cadena autonómica informó del episodio: respaldo total de la justicia a las “rescisiones” salvo por el pequeño detalle de la improcedencia, palabra que ni se menciona en la locución.
Adoctrinando se vive mejor. Por seguir con las omisiones, ni una palabra sobre Telemadrid se le ha oído ni leído estos días a la expresidenta Aguirre, enfrascada como estaba en actos políticos al otro lado del Atlántico mucho más estimulantes que la combinación de gestión y tiempo pasado. Para lo que sí tuvo un rato fue para honrar la memoria de Margaret Thatcher y, después, rescatar de los tratados liberales y diseminar en Twitter algunas perlas de la doctrina liberal que profesa: “Hay que dejar quebrar a los bancos y que los ciudadanos elijan la moneda en que quieren cobrar su salario o sus rentas”, soltó el pasado miércoles para demostrar que, efectivamente, es mucho más agradecido ejercer de referente ideológico que responder por los manejos de otros tiempos en el banco antes conocido como Cajamadrid.
A bloguear. Mientras decide si se lanza a sostener un perfil propio en las redes con el que contrarrestar las parodias, la alcaldesa de Madrid estrenó esta semana su propio blog, alojado en la página del grupo popular en el Ayuntamiento (en la del PP de Madrid ya reside hace meses la bitácora de Esperanza Aguirre y debe de ser que no hay sitio para las dos). Sus primeras palabras fueron para ensalzar el ejemplo de Thatcher, a quien quiere otorgar (igual que a Sara Montiel, la otra gran pérdida de la semana) una calle de Madrid. —@guiomardelser
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