La carne y hueso del decreto
Cuatro familias de Jerez son las primeras en acogerse a la norma de la Junta
Son de carne y hueso. Los nombres y apellidos. Los rostros del decreto. Dolores Bermejo, Lorenzo Barba, Marco Vega y Francisco Javier Armida, todos ellos de Jerez (Cádiz), han sido los primeros andaluces en solicitar acogerse al decreto de la Junta de Andalucía que permitirá expropiar temporalmente sus viviendas a los bancos y evitar así tener que abandonarlas. “Es un sueño”, dice Lorenzo Barba, uno de ellos. “Y la demostración de que si se quiere, los gobiernos sí nos pueden ayudar”. Solo en Jerez otras 130 familias presentarán la misma solicitud que ellos la semana que viene.
Dolores Bermejo, que vive sola con su hija de 12 años, ha pasado del drama a la esperanza en apenas cuatro días. El lunes debía ejecutarse el desahucio de su casa de Jerez. Pero la movilización social, con una protesta en la puerta de su vivienda, lo evitó. Cuatro días después estaba en la puerta de la Junta de Andalucía presentando su solicitud para acogerse a la nueva normativa autonómica a la que se agarra para espantar los fantasmas del desahucio. “Hay mucha diferencia entre lo que viví el lunes y lo que viví el viernes. Aquel día me dieron bajadas de tensión. Hoy estoy emocionada, esperanzada”.
El decreto establece que si estas familias cumplen los requisitos económicos y los criterios recogidos en él, la Junta de Andalucía puede expropiar temporalmente, por un máximo de tres años, su vivienda y evitar así el lanzamiento de la vivienda. Tres años que a Dolores le abren las puertas a la ilusión. “Voy a empezar a enviar mi currículo por todos sitios. Tengo tres años para encontrar trabajo”, se ha marcado como reto.
Lorenzo Barba, además de aspirante a beneficiario del decreto es portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Jerez. Está casado y tiene un hijo de siete años. Si no hubiese aparecido esta solución, en mayo se enfrentaba a una orden de desahucio. El banco le exige 7.000 euros. “De un día para otro, porque no hay gobernantes que lo impidan, te echan de tu casa. Por eso hoy estamos alegres, esperamos que tomen nota en otros sitios y que no le busquen tres pies al gato. Que den su brazo a torcer y que acepten que esta es una buena vía para dar salida a tantos casos como los nuestros”.
Lo que ganan estas familias es tiempo. Así lo ve Dolores Bermejo. “Yo creo que en tres años puede mejorar la cosa y encontrar un trabajo. Desde aquí, pido trabajo a quien me lo pueda dar”, explica ante las cámaras. El mes pasado ganó poco más de 300 euros del paro. También ganan esperanza. Como Lorenzo Barba. “Lo que no puede ser es que yo pague a un banco antes que darle de comer a mi hijo. Y eso está pasando. Los comedores sociales están llenos de gente que gana 400 o 500 euros, se los dan a los bancos y después no tienen nada que comer. Esto había que cambiarlo”.
Y, sobre todo, han ganado motivos para seguir luchando. “Agradecemos al gobierno de IU y del PSOE lo que ha hecho. Pero esto es fruto de una lucha muy intensa de nosotros, de las plataformas. Es una batalla ganada de una guerra que sigue abierta”, explica Lorenzo antes de saber que en el Consejo de Ministros, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría dejó la puerta abierta a un recurso de inconstitucionalidad contra este decreto. “Si lo recurren, ahí estaremos otra vez en la lucha”, promete. “Pero esto no tiene marcha atrás”.
El delegado de Fomento y Vivienda de la Junta en Cádiz, Manuel Cárdenas, acompañó a Dolores, Lorenzo, Marco y Francisco Javier a presentar su solicitud. “Sus casos serán estudiados y, si cumplen los requisitos, tendrán tres años para quedarse en su vivienda”, explicó. Espera que estos trámites no lleven mucho tiempo porque, según recordó, hay órdenes de desahucios inminentes que el decreto también trata de evitar. “Lo que demostramos hoy es que la política sirve para cambiar las cosas”, añadió. Desde Sevilla la consejera Elena Cortés saludó la felicidad y esperanza de estas primeras cuatro familias jerezanas. “El decreto ya tiene carne y apellidos”.
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