El TS condena por vejaciones a la ‘mossa’ que abofeteó a una detenida

El Tribunal Supremo (TS) ha castigado con mayor severidad la bofetada que una agente de los Mossos d’Esquadra propinó a una detenida en la comisaría de Les Corts. El incidente ocurrió el 5 de abril de 2007, durante el episodio de malos tratos que el Departamento de Interior detectó, con una cámara oculta, en la sala de cacheos de esa comisaría. La Audiencia de Barcelona castigó condenó a la mossa a pagar 450 euros por una falta de maltrato. La sentencia fue recurrida y el Supremo considera ahora que Tania Rodríguez, la agente, también cometió una falta de vejaciones.

El Supremo va más allá del simple golpe —la agente propinó una “bofetada en toda regla”, según la sentencia inicial— y emite un claro reproche sobre la actuación policial, que atentó contra la “dignidad” de la detenida”. Elena Podivigina, de nacionalidad rusa, se encontraba “privada de libertad en comisaría, esposada y despojada de parte de su ropa”. Estaba, por tanto, “en una particular situación de vulnerabilidad” ante dos funcionarias “revestidas de autoridad”. Aunque leve, el golpe en el rostro fue “por completo gratuito” y resultó “necesariamente humillante y depresivo en el plano moral”, añade la sentencia.

Además de la falta de maltrato, el Supremo condena a Rodríguez por una falta de “vejación injusta con carácter leve”, le impone una multa de 150 euros y le obliga a indemnizar a la detenida con 500 euros. Podovigina había recurrido la sentencia junto a la Asociación de cristianos para la abolición de la tortura. La mujer fue condenada a un año de cárcel por un delito de atentado contra la autoridad, ya que durante su detención mordió a un policía.

Además de la falta de maltrato, el Supremo condena a Rodríguez por una falta de “vejación injusta con carácter leve”

Episodios como el de la ciudadana rusa destaparon una práctica de malos tratos a detenidos en la comisaría central de los Mossos en Barcelona. El exconsejero de Interior en la segunda legislatura del tripartito de izquierdas, el ecosocialista Joan Saura, instaló a raíz de esos incidentes cámaras de vigilancia en todas las comisarías. Su objetivo —en parte, cumplido— era prevenir malos tratos y evitar denuncias falsas de algunos detenidos.

Las imágenes del vídeo muestran cómo la mossa propina el bofetón por su actitud “desafiante”. La mujer había sido detenida en la puerta de su casa, donde empezó a gritar al darse cuenta de que no llevaba las llaves. Cuando se presentó la patrulla, estaba “alterada”, según la sentencia de la Audiencia de Barcelona. En la sala de cacheos, la detenida siguió oponiendo resistencia y recibió un bofetón. El vídeo muestra cómo la mossa llega a agarrar del cuello a la detenida, que finalmente es trasladada al calabozo.

El abogado de la mujer, Jaume Asens, se mostró satisfecho con la resolución y consideró que es “un avance” para que “no ocurran abusos en comisaría”.