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El cuento de la política errante

Dolores Agudo, exalcaldesa de Velilla y leal a Tomás Gómez, lleva cuatro años encadenando cargos y puestos de responsabilidad a pesar de estar imputada por varios delitos

Dolores Agudo (a la izquierda), en el congreso de 2007 que aupó a Tomás Gómez como líder del PSM.
Dolores Agudo (a la izquierda), en el congreso de 2007 que aupó a Tomás Gómez como líder del PSM. Santi Burgos

Esto es solo un ejemplo de cómo funciona el juego de la política. No explica todas las reglas que siguen los partidos políticos que ostentan el poder, ni descifra todas las claves para conseguir el éxito, pero sirve para hablar de cómo en el tablero no sobreviven los mejores, sino los más leales. Es solo un ejemplo.

La ficha sobre la mesa de juego se llama Dolores Agudo Masa, exalcaldesa del municipio de Velilla de San Antonio e imputada en dos causas distintas por delitos de estafa, tráfico de influencias, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos durante su mandato.

Las imputaciones llegaron en 2010, un tiempo después de que tuviese que dejar la alcaldía tras una moción de censura de los concejales de IU y PP, que ya sospechaban entonces que su mandato había estado lleno de irregularidades.

A pesar de las imputaciones, Agudo lleva desde diciembre 2009 encadenando puestos de responsabilidad en distintas instituciones. El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, la ha nombrado representante en la asamblea general de Caja Madrid, miembro del consejo de Telemarid y vocal del Consejo Regional de Patrimonio. También ha desempañado cargos en el partido; fue asesora en la Asamblea en la anterior legislatura, actualmente forma parte de la Ejecutiva y es concejal por un pequeño pueblo de unos 100 habitantes, Serna del Monte, donde aterrizó como un paracaidista en las últimas elecciones para tratar de conseguir la alcaldía.

Dos causas pendientes en Coslada

Juzgado número 3.  Tras la moción de censura en Velilla de San Antonio, los concejales de IU, Antonio Montes y Juana Balas, presentaron una querella criminal contra Dolores Agudo, José de Juan, exsecretario del PSOE en Velilla y dos personas más, por presuntos delitos de estafa, prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y tráfico de influencias. Les acusan de cobrar el IVA irregularmente a la asociación que gestionaba la Escuela de Tenis en una cantidad que asciende a 112.000 euros. La asociación cobraba por meses en que no se impartían clases o más horas de las que se daban. Se les pagaba 120.000 euros anuales, mientras que en otras localidades se cobraba menos de la mitad por el mismo servicio.

Juzgado número 1. Se acusa a Dolores Agudo y a otras tres personas de un delito de prevaricación al no ejecutar, a sabiendas, un convenio en 2007 con Detinsa, compañía que construía una urbanización en terrenos del municipio. Según el acuerdo, la compañía debía presentar al Ayuntamiento un aval de 6,5 millones de euros. El dinero nunca se recibió.

Según fuentes socialistas, Agudo cobra del partido. No lo hace como concejal de Serna del Monte y tampoco como vocal del Consejo Regional de Patrimonio. Sí cobró dietas por asistir a reuniones como miembro del Consejo de Telemadrid y en la Asamblea de Caja Madrid, unos 1.300 euros por reunión en este último caso. En el año 2010, hubo cinco reuniones.

Pero no parece este un asunto de dinero, sino de poder. Según fuentes socialistas, Agudo no es más que una leal a Tomás Gómez, alguien escogida para votar sí o no en función de los intereses del líder del PSM. Las mismas fuentes explican cómo Gómez ha eliminado del poder en el partido a todos aquellos que discrepaban de él.

No parece haber más méritos en el currículum de Agudo. Sus adversarios políticos señalan que, durante su mandato en Velilla, ella fue solo una marioneta en manos de José de Juan González, concejal de Ordenación del territorio hasta 2009 y también imputado en una de las causas que afectan a Agudo. La socialista, nacida en Ibahernando (Cáceres) en abril de 1952, llegó a la política desde el sindicalismo. En 1999 fue concejal en Velilla de Mujer, Cultura y Deporte. En 2003 salió alcaldesa en minoría. La historia se volvió a repetir en 2007 hasta la moción de censura. Las fuentes consultadas, tanto del PSM como de sus adversarios, no conocen que tenga estudios o formación específica para haber ocupado puestos en la Asamblea de Caja Madrid, en el Consejo de Telemadrid o en el Consejo Regional de Patrimonio.

Este periódico ha intentado en varias ocasiones ponerse en contacto con Dolores Agudo para recabar su versión. Tampoco el PSM ha respondido. Su secretario general, Tomás Gómez, ha invocado la transparencia en varias ocasiones como manera de mejorar la imagen de la política ante los ciudadanos. Recientemente pidió la dimisión del secretario de Organización del PSOE, Óscar López, por aprobar la alianza del partido en el Ayuntamiento de Ponferrada con Ismael López, condenado en 2002 por acoso sexual en el caso Nevenka. “En política no hay perdón, en política hay dimisión”, recalcó Gómez.

Tomás Gómez la ha nombrado representante en la asamblea general de Caja Madrid, miembro del consejo de Telemarid y vocal del Consejo Regional de Patrimonio

En política hay sobre todo lealtades, y quienes las mantienen no siempre tienen el mejor currículum. Ningún partido con poder escapa a eso. Otro ejemplo. Arturo Canalda, exdefensor del menor y leal a Esperanza Aguirre, fue elegido este año como presidente de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid. Sin las servidumbres del poder, el partido UPyD presentó en febrero un recurso contencioso administrativo contra el nombramiento. Consideraban que su currículum no reunía los requisitos legales para ser presidente del organismo encargado de fiscalizar el sector público.

“PP y PSOE se han repartido por cuotas los consejeros de la Cámara de Cuentas, por lo que han elegido para ese puesto personas con perfil político, en lugar de perfil técnico”, dijo entonces el portavoz adjunto de UPyD en la Asamblea, Ramón Marcos.

De lealtades y traiciones. De eso va el juego.

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