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Ensayo matinal, café de tarde

El grupo madrileño, que celebra sus 20 años de carrera con una gira, busca refugios donde encontrar la calma entre museos, pueblos de montaña y menús de comida casera

Los integrantes de Dover, a las puertas del museo del Prado.
Los integrantes de Dover, a las puertas del museo del Prado.Claudio Álvarez

1. Casa Federica. Nos encanta la milanesa (filete de ternera empanado con queso) que prepara su dueña, Federica. Es una argentina encantadora. También están riquísimas las empanadas y los buñuelos de espinacas. Es un local muy cuco, donde te sientes como en casa. De postre recomendamos el panqueque de dulce de leche (Manzana, 19).

2. Eje Prado-Recoletos. No hay mejor plan que pasear por esta zona y adentrarse en el universo del museo del Prado y el del Thyssen-Bornemisza. Cuando el trabajo nos lo permite, nos gusta perdernos entre sus salas y descubrir nuevas exposiciones. “Si pudiera, me llevaría bajo del brazo el cuadro de Camille Pissarro Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia, expuesto en el Thyssen”, asegura Amparo Llanos (guitarra).

3.Underground. Es nuestro local de ensayo, el lugar donde pasamos, como mínimo, cinco horas juntos todos los días. Sus 38 metros cuadrados están repletos de trastos: guitarras, mesas con ordenadores, revistas, teclados… Incluso hay un secador de Cristina Llanos (voz). Es nuestro santuario y raramente aceptamos visitas.

4. Librería Hiperión. Si busca algún libro de poesía, en esta pequeña librería lo encontrará sin problemas. Y si quiere evadirse de todo y navegar entre letras, este es el sitio más idóneo (Salustiano Olozaga, 14).

5. El Retiro. Es el lugar que más consenso ha tenido. Amparo pasea en bicicleta casi todos los días. A Cristina le gusta leer bajo alguno de sus árboles. Jesús Antúnez (batería) vive en Majadahonda, pero lo visita cuando puede. Para Samuel Titos (bajista), el Retiro fue uno de los mejores descubrimientos de la capital cuando dejó su Córdoba natal y se instaló en Madrid.

Con sus defectos y virtudes

Hasta el 20 de abril están de gira por España con Devil came to me, el disco que les encumbró hace 15 años. Menos Samuel (guitarrista), todos son madrileños y aseguran aceptar los defectos y virtudes de la capital como si fueran suyos.

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6.El Sol. Esta sala tiene mucho que ver con la historia del grupo. Fue allí donde hace 17 años conseguimos nuestro primer llenazo en un concierto. Hemos tocado varias veces y nos seguimos emocionando como si fuera el primer día. Y este fin de semana volvemos a nuestra casa, con el público de Madrid, siempre fiel y a la vez tan exigente. ¡Qué nervios! (Jardines, 3)

7. Peñalara. A Jesús le encanta hacer senderismo por esta montaña de la sierra de Guadarrama. “Las vistas desde el pico son impresionantes y es muy liberador pasar tu día libre en contacto con la Naturaleza”, dice el batería, que tarda cuatro horas en subir y bajar la montaña. Todos los lunes intenta convencer inútilmente al grupo para que lo acompañe.

8. Starbucks de Ortega y Gasset. Nos gusta tomarnos un café en este sitio después de ensayar. Los camareros ya nos conocen, saben que nos encanta la leche de soja con espuma y podemos pasar largas horas sentados en los sillones frente a las cristaleras (José Ortega y Gasset, 29).

9. Miraflores de la Sierra. Sería un honor para nosotros tocar en este pueblo donde Amparo pasó los veranos de su infancia. Recomendamos el mesón Maíto (Los Álamos, 5), donde el comensal se deleitará con las carnes rojas a la parrilla de carbón regados con vinos de la Comunidad.

10. Federica & Co. Un jardín donde pasear y comprar antigüedades, ropa, flores, incluso algún que otro vino en un ambiente vintage. Nos gusta cuando anochece y cientos de velitas iluminan el jardín. Un lugar para dejarse llevar (Hermosilla, 26).

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