Llueve en San Telmo

La relación del hombre con la lluvia ha suscitado a lo largo de los siglos manifestaciones antropológicas en distintas civilizaciones. El Museo San Telmo de San Sebastián mostrará desde mañana una serie de objetos utilizados para protegerse o representar a este fenómeno meteorológico. Euria. La lluvia, que se clausurará el 2 de junio, reúne casi un centenar de piezas de culturas de todos los continentes menos el europeo procedentes de una exposición organizada anteriormente por el Musée du Quai Branly de París.

El coordinador de exposiciones itinerantes del museo francés, Fred Chih-Chia Chung, y la comisaria de la muestra, Franoise Cousin, han presentado la exposición junto a la delegada donostiarra de Cultura, Nerea Txapartegi, y la directora de San Telmo en funciones, Karmele Barandaran.

"Ésta es una oportunidad de viajar a varias culturas", ha señalado Txapartegi sobre los objetos exhibidos, que van de lo trivial a lo espiritual, de lo utilitario a lo ornamental y de lo religioso a lo profano. Los rituales de la lluvia y sus símbolos y representaciones son dos de los tres apartados en los que se ha dividido la exposición, que se abre con una selección de piezas que han servido a las distintas sociedades para protegerse de las precipitaciones, ya sea con una simple hoja o con capuchas, abrigos y paraguas.

La mayoría están fabricados con materiales vegetales del entorno, como los trenzados de hojas de tule de México, aunque otros están confeccionados con fieltro de lana, piel de animales o papel aceitado. En esta primera parte, se ha reservado un espacio a Japón, como "país de la lluvia", donde existe una gran variedad de protecciones según el lugar, la clase social o el estilo de vida de cada uno.

En los rituales de la lluvia se exhiben máscaras, esculturas, ofrendas o instrumentos musicales utilizados por distintas culturas para atraer el agua o intentar detenerla, prácticas en las que en muchas ocasiones se recurre a la intermediación de los antepasados o a los dioses. Una pipa de madera de Nigeria perteneciente a los hacedores de lluvia y una máscara de Burkina Faso en forma de gran mariposa, utilizada en una danza sobre la lluvia como renovación de la vida son algunas de las piezas de esta sección.

Sapos y ranas, serpientes, dragones, tortugas y cocodrilos son parte del bestiario de la lluvia, piezas incluidas en las sección de sus símbolos y representaciones junto a minerales que algunas civilizaciones vincularon con ese fenómeno. En los mitos y divinidades relacionados con esa fuente de vida, y también de catástrofes, hay figuras policromadas de Arizona (Estados Unidos) y una representación del dios Tlaloc azteca.