El Ballet de Wiesbaden desvela ‘El secreto de Barba Azul’
La coreografía de Stephan Thoss utiliza la música de los compositores Henryk Górecki y Philip Glass
El Ballet del Teatro Nacional de Wiesbaden presenta mañana y el sábado en en Teatro Arriaga, en Bilbao, El secreto de Barba Azul, una obra del coreógrafo Stephan Thoss sobre la música de los compositores Henryk Górecki y Philip Glass. Un total de 24 bailarines y bailarinas participan en este espectáculo de danza, estrenado en febrero de 2011.
La temida figura del asesino de mujeres Barba Azul es el tema central del ballet creado por Thoss. El cuento es diseccionado por el coreógrafo para desvelar los secretos del ser humano que se oculta en Barba Azul. A la historia de Judith y de Barba Azul antepone Thoss en la primera parte escenas que ilustran los juegos de la relación. Al final del preludio se cristalizan las figuras de los protagonistas.
El Barba Azul de Thoss no es como en la versión original de Charles Perrault un brutal carnicero de mujeres que guarda cuidadosamente los cuerpos de las esposas asesinadas en una habitación de su castillo. Thoss se cuestiona más bien por la dinámica en la relación entre el hombre lleno de experiencia y su joven esposa. Barba Azul y Judith se presentan como una pareja que busca un camino el uno hacia el otro.
Barba Azul conducirá a su mujer a través de la atmósfera irreal de las habitaciones de su castillo, la lleva de camino a través del laberinto de su alma. Esta dispuesto a compartir su enigma, todo por el futuro junto a ella, pero ante su último secreto se retraerá presa del pánico.
Thoss, de 48 años, es director de la compañía desde 2007. Cursó sus estudios de danza en la famosa Escuela Palucca, en Dresde, en la extinta República Democrática Alemana, donde entró en contacto con Patricio Bunster, la gran influencia de su carrera. De Bunster aprendió el arte de la danza del expresionismo alemán, basado en las teorías de Rudolf von Laban.
Como bailarín, Thoss trabajó en los teatros de ópera de Dresden, Berlín y Kassel, hasta que regresó a la Ópera Estatal de Dresden como solista, donde comenzó también su actividad como coreógrafo. En Wiesbaden ha transformado el perfil del conjunto de lo clásico a una compañía moderna con un repertorio de danza contemporánea de estilo propio.
