El PSC apuesta por celebrar primarias con doble vuelta

El PSC se ha puesto finalmente manos a la obra y ya tiene un borrador de reglamento de elecciones primarias que aprobará el próximo 6 de abril el Consejo Nacional del partido. Es un calco de las llamadas primarias a la francesa, con elección a doble vuelta si ninguno de los candidatos logra el 50% en la primera votación y abiertas a la ciudadanía, además de a los militantes y simpatizantes.

Todo este proceso interno y de ejercicio de apertura del PSC a la sociedad puede quedar en papel mojado en el caso de que se produzca un adelanto de las elecciones autonómicas. En esa tesitura el reglamento reserva la decisión final a la Ejecutiva del partido y a la Mesa del Consejo Nacional entre tres opciones posibles: las primarias abiertas a la ciudadanía siguiendo el sistema aplicado el Francia, primarias limitadas a militantes y simpatizantes o bien que decidan los miembros del Consejo Nacional, que es el método que siempre ha empleado el PSC para escoger a su candidato a la Generalitat.

Si las elecciones autonómicas no se adelantan, las primarias se deberá fijar con un mínimo de cinco meses de antelación respecto a la fecha prevista para acudir a las urnas, según establece el borrador de reglamento que se debatirá el próximo lunes en una comisión designada en mayo de 2012. De ese grupo forman parte Isidre Molas, expresidente del PSC, y Miquel Iceta, presidente de la Fundación Rafael Campalans. En representación de la Ejecutiva del PSC están Joan Ignasi Elena, diputado en el Parlament y Esther Niubó. La lista se completa con tres independientes: el notario Juan José López-Burniol, el catedrático de Ciencias Políticas Jordi Matas y Àlvar Roda, expresidente de Ciutadans pel Canvi.

No habrá un censo previo de votantes, aunque las personas que lo deseen podrán proporcionar sus datos para recibir información

El borrador del reglamento de primarias que maneja el PSC prevé que puedan votar los mayores de 16 años el día de la celebración la consulta. Deberán aportar “un mínimo de un euro para sufragar el coste del proceso electoral”, y están obligados firmar una declaración en la que se reconocen en los valores progresistas “y manifiesta su voluntad de contribuir a la victoria del candidato del PSC”.

No habrá un censo previo de votantes, aunque las personas que lo deseen podrán proporcionar sus datos para recibir información. Para votar bastará con presentar el DNI y solo se podrá votar de forma presencial en cualquiera de las mesas electorales que se habiliten. La ubicación se conocerá un mínimo de 15 días antes. El reglamento no habla de ello, pero fuentes de la dirección del partido explicaron que para garantizar la transparencia del proceso será necesario implantar un sistema informático para que quede registrada la identidad del votante y no pueda repetir.

La celebración de elecciones primarias para elegir al candidato a la Generalitat fue un compromiso de Pere Navarro en el congreso que lo encumbró al liderazgo del PSC en diciembre de 2011. La dirección del partido no se puso manos a la obra pensando que había tiempo para ello y el adelanto electoral cogió por sorpresa al PSC, de manera que no hubo primarias por ausencia de reglamento. La decisión provocó el malestar en algunos sectores del partido. Con toda probabilidad el mayor beneficiado de aquella situación fue Pere Navarro, entonces un líder cuestionado y desconocido para la ciudadanía.

Ahora el escenario político e interno en el PSC es distinto, y la dirección del partido quiere transmitir la idea de que se cree de verdad las primarias, un proceso no exento de ciertos riesgos. El más importante es el riesgo al fracaso. O, lo que es lo mismo, la movilización de los 23.000 militantes y 69.000 simpatizantes que el PSC y, sobre todo, la respuesta de un electorado muy escéptico.

La única experiencia de primarias limitadas que han celebrado los socialistas fue hace ahora dos años, para elegir al candidato a la alcaldía de Barcelona. Entonces los militantes y simpatizante hubieron de elegir entre la exconsejera Montserrat Tura y el entonces alcalde, Jordi Hereu, que le ganó el pulso.