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¿Banda o caramba?

Algunas mujeres se sienten discriminadas frente a los hombres La banda es obligatoria, es una imposición de la Junta Central Fallera

A la izquierda, Alba Valero, con una caramba, y a la derecha, Paula Rubio, con una banda.
A la izquierda, Alba Valero, con una caramba, y a la derecha, Paula Rubio, con una banda.JOSÉ JORDÁN

Vestirse de fallera puede ser un ritual casi tan complejo como enfundarse la taleguilla. Las medias, las enaguas, la falda, el corpiño, el aderezo, las peinetas… miles de euros bajo la forma de telas nobles y orfebrería. Y cuando ya se ha terminado todo, llega una decisión importante: ¿banda o caramba?

La escarapela, o caramba, es un pequeño lazo con una medalla que se coloca sustituyendo a la banda en el hombro derecho. Una parte del colectivo fallero femenino prefiere llevar la caramba porque la banda esconde la parte frontal de los corpiños y tapa la joia, el broche que llevan en el centro del escote. Pero llevar la banda o la caramba no es una decisión personal, sino del consenso en cada comisión, y esto genera un conflicto.

“Este no es un problema de indumentaria, sino de derechos”, dice Juan Antonio Vendrell (52 años) que lleva 42 años siendo fallero. Vendrell es uno de los más firmes defensores del movimiento por la libre elección de estos elementos.

El reglamento fallero permite al hombre vestir “cualquier traje tradicional valenciano” lleve o no la identificación de la falla pero, según el reglamento, la fallera “deberá lucir el tradicional traje de valenciana” y “complementarlo” con la banda. Los hombres han ido cambiando su indumentaria a lo largo de los años sin que se haya producido sanciones y ahora no están obligados a llevar la identificación de la comisión. Las defensoras de la caramba exigen también su derecho a decidir.

“Solicitamos a Junta Central Fallera con cientos de cartas en junio de 2012 que hubiese un pronunciamiento para que dejaran el uso de la banda o la caramba a libre elección individual”, explica Ángeles Valladolid (50 años), indumentarista desde hace 25 años. Ángeles se queja de que la Junta, al ser preguntada por escrito, remite al reglamento mientras que si se pregunta en la asamblea de presidentes, como ya ha ocurrido hasta en cuatro ocasiones en este ejercicio, la respuesta es diferente.

En la asamblea del pasado mes de febrero, el presidente de Junta Central Fallera dijo que no iba a sancionar a nadie por no llevar la banda. “Pero lo dijo en el turno de preguntas, y por lo tanto, no es vinculante”, se queja Juan Antonio.

Las comisiones han llegado a diferentes acuerdos para satisfacer a la mayoría, pero al primar la uniformidad, acaban obligando a una parte de las falleras a vestir una prenda que pueden no desear. Y como la Junta no se pronuncia de manera oficial y unitaria, la pelota pasa a las comisiones.

El conflicto llegó en noviembre de 2012 al Síndic de Greuges, que admitió a trámite el expediente bajo el concepto de “discriminación de género”. Ángeles y Juan Antonio, explican que cerca de un centenar de fallas no llevan banda. Entre ellas, Isabel la Católica-Cirilo Amorós, comisión de Begoña Jiménez, Fallera Mayor de Valencia 2013, que el año que viene, cuando vuelva a su comisión, no la llevará.

Los defensores del derecho a decidir están dispuestos a seguir peleando porque las falleras dispongan de libertad individual, porque según dicen “al fin y al cabo, es lo mismo que hacen los falleros”. Juan Antonio Vendrell apuesta por la igualdad: “Nosotros no tratamos de erradicar la banda. Queremos que sea opcional. Igual que el fallero elige, la fallera también”.

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