Abrazo global del diseño valenciano

En tiempos de estrecheces locales, la exposición From Valencia with Design es una estimulante zambullida en aguas internacionales con bañadores como los que Figuerola & Gallén diseñaron en 1992 para Goldwin. Tanto El Tipo swimming Sut, que así se llamaba la prenda, como su trabajo para Alessi son las primeras muestras en el tiempo del diseño made in Valencia que se expone en Las Naves. Después, el número de diseñadores valencianos que trabajan para firmas internacionales ha crecido exponencial y territorialmente hasta Australia con proyectos como el Mobilia Brand de 2013, firmado por Yonoh. También se ha extendido por sectores, como sugiere el Audi TT rojo de la entrada.

El llamativo coche es un proyecto de Jorge Díez, que empezó con diseños de iluminación, como otros compañeros de la Escuela de Ingeniería y Diseño Industrial del CEU, pero dio el giro a la automoción en un máster del Royal College of Art de Londres que le propició unas prácticas en Audi. “Audi apreció mi trabajó y me patrocinó un año del Royal”, recuerda. De ahí a la sede de Ingolstadt hubo un paso y de ahí al diseño del nuevo Audi TT otro un poco mayor. Firmar un diseño así, que supone la internacionalización del autor “no es fácil, requiere mucho esfuerzo, muchas horas y mucha competición” que luego lleva a más Audi, Volkswagen y Seat. Ahora, Díez es jefe de diseño en Seat y trabaja en Barcelona.

“Aquí trabajamos mucho a base de competición interna, puede haber más de mil propuestas hasta dar con el diseño definitivo”, explica este diseñador jefe con otros 15 creativos a su cargo. “Normalmente, pierdes más que ganas, pero perdiendo se aprende más que ganando”. Insiste en que el trabajo básico se hace con lápiz y papel y sorprende al profano hablando de los modelos de barro que hacen escultores antes de llegar a los materiales definitivos. Defiende “la importancia de conocer otras culturas y trabajar con gente de otros países como fuente de innovación”.

Aumentan los valencianos que crean para firmas extranjeras

Distinta forma de internacionalización y relación intercultural es la de Freedesignbank, cuyo proyecto Afrikable, de Kenia, junto con otros de Sri Lanka e Indonesia se ven en Las Naves. Su impulsor, Manolo Bañó, fundó la Escuela de Diseño del CEU. Tras proyectar para firmas como Famosa o Punt Mobles, “una cierta crisis profesional me llevó al diseño social”, resume. Creó un grupo en la universidad, de donde surgen proyectos con alumnos, que trabaja “con todo el mundo”. "Es un proyecto pionero", alejado del enfoque más consumista, que pretende “incidir en la mejora de vida de otras personas”, explica. “Ayudamos a artesanos de países pobres a desarrollar productos, porque para ellos diseño supone vender o no vender”. Los diseños hechos en Kenia por Freedesignbank se pueden encontrar tanto en un catálogo ruso como en tiendas de Canadá o Japón.

Es fácil calcular dónde hallar ideas de Inma Bermúdez, que en esta exposición muestra un baño de 2008. Las tiendas de Ikea son su escaparate. “Esto es una carrera de fondo”, asegura con una expresión habitual en los creativos, “y una cadena de gente, de contactos”. Una beca Erasmus le llevó a Alemania, donde trabajó para el Vitra Design Museum; allí conoció a diseñadores y arquitectos de otras nacionalidades, como una diseñadora islandesa de Ikea que le enseñó el camino a las prácticas en esta empresa sueca “que hace todo el desarrollo de producto en Suecia”. Tras trabajar como interna allí, Bermúdez consiguió convertirse en freelance para la famosa multinacional del mueble y ahora crea desde Valencia compaginando su trabajo para Lladró. Ahora concluye una colección de luminarias de vidrio.

“Las cosas no surgen de casualidad”, asevera Héctor Serrano, que, tras mucho diseño de producto, dio la campanada con un stand de feria para Roca en Londres, “con una instalación artística que tuvo muchas visitas en Youtube”. Quien se encargaba de elegir las instalaciones para el Phish Festival de 2009 se interesó y el proyecto Borealis (http://www.youtube.com/watch?v=5b7SU67ijy8), con 500 globos iluminados por LED sincronizados con la música, se fue a Los Ángeles. Ahora le ha pedido una variación del proyecto el Festival de Coachella en California, que congrega hasta 50.000 personas. Esta vez es una cúpula de 26 metros diámetro por 13 de altura, que rodearán “con unas 2.000 esferas de un metro de diámetro con luces, sincronizadas por ordenador con la música”. En Valencia se hace la gestión y la estructura geodésica, pero las esferas se hacen en China y los LED y programación en Inglaterra. El estudio de Serrano, que además imparte clases en Suiza, trabaja para firmas de tres continentes.

Los trabajos expuestos muestran “el concepto de lo mediterráneo”

Los trabajos expuestos son de socios de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana, con unos 230 miembros y muy representativa. Carlos Tiscar, comisario y presidente de la asociación advierte que los diseños expuestos muestran el “concepto de lo mediterráneo”, con un acento en el color y una mayor adaptabilidad que otras denominaciones de origen. Para Ángel Pallás, gerente de Las Naves, el diseño valenciano es “un gran exportador de servicios para grandes empresas cuyos proyectos han sido reconocidos con numerosos premios internacionales”. La muestra incluye una abultada relación de estos. Muchos de Lavernia & Cienfuegos, de Pepe Gimeno, de Cristina Toledano y de Yonoh, como también de Marcelo Alegre, Francesc Roig, Que Maten al Diseñador, Culdesac o de Ibán Ramón.