El joyero que disparó a los atracadores en Serrano, en libertad con cargos

Guillermo Cuadrado, de 54 años, que supuestamente disparó el pasado sábado a dos atracadores cuando pretendían llevarse varias de las joyas de su joyería, ha declarado esta mañana durante una hora ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, que le ha acusado de un delito de lesiones y le ha dejado en libertad y sin ninguna medida cautelar. El joyero ha salido del juzgado con su hija, que estaba en el establecimiento en el momento del atraco y que también ha declarado, sin hacer declaraciones. Un delito de lesiones con armas de fuego y que afecta a los órganos vitales puede acarrear de seis a nueve años de prisión.

Su abogado ha señalado que Cuadrado, con un brazo en cabestrillo a causa del suceso, hizo un uso del arma "totalmente legítimo". Al término de la declaración, el letrado ha señalado que el joyero se ha ratificado en lo dicho ante la policía y grabado por las cámaras de seguridad y ha reconocido que el joyero tenía la licencia de armas caducada y que quien la tiene en vigor es su hija.

La juez acordó ayer enviar a prisión comunicada y sin fianza a los dos presuntos atracadores, Elamarevic M. y Borja R., por los presuntos delitos de robo con uso de arma peligrosa y lesiones. Ambos son de nacionalidad serbia y de unos 30 años. Les tomó declaración en el hospital Gregorio Marañón, donde se recuperan de sus heridas provocadas por los balazos que recibieron. Ambos se negaron a declarar.

Los hechos ocurrieron el sábado a primera hora de la mañana en la joyería Arum, en el número 46 de la calle de Ayala, en plena Milla de Oro de la capital. Los dos hombres entraron en el negocio con armas blancas y atacaron a la hija del joyero, que en ese momento estaba en el mostrador. El dueño del establecimiento vació el tambor del revólver sobre los dos presuntos asaltantes.

Ambos salieron huyendo tras el ataque, pero uno de ellos cayó desfallecido a pocos metros del establecimiento. El otro acudió en un taxi al hospital Gregorio Marañón, donde fue detenido por la policía.

Guillermo Cuadrado tuvo que ser atendido por los psicólogos del SAMUR de una crisis de ansiedad. Ingresó en el hospital La Princesa para ser sometido a un reconocimiento detallado, ya que supuestamente resultó afectado por el pulverizador de pimienta que había usado su esposa.