58.000 firmas en apoyo al bombero que se negó al desalojo de Aurelia

Más de 58.000 personas han firmado una petición en change.org para pedir al Ayuntamiento de A Coruña no sanciones al bombero que el pasado lunes se negó a participar en el desahucio de Aurelia Rey.  Una primera dotación de efectivos antiincendios acudieron al domicilio de la anciana pero por la presión ciudadana, dos bomberos decidieron no actuar, incluso uno de ellos cogió uno de los carteles que había repartido el colectivo Stop Desahucios, lo levantó y se subió en el camión de nuevo junto a su compañero tapándose la cara con la chaqueta. El bombero podría enfrentarse a una denuncia por parte de la policía nacional al haber desobedecido una orden de la autoridad al negarse a cortar la cadena. Otro compañero abrió el acceso al portal con una sierra radial, tras una nueva llamada. Además el juzgado nº 3 de A Coruña ha abierto diligencias para averiguar si se produjo un delito de desorden público.

Además los bomberos gallegos han recibido hoy el apoyo de sus compañeros madrileños que han reiterado su "total negativa" a colaborar en más desahucios en la región. En un comunicado, la sección sindical de CCOO de los Bomberos de la Comunidad de Madrid ha aseverado que los empleados públicos no son "títeres de la banca ni de sus servidores en el Gobierno", sino que su campo de trabajo es "el de la emergencia" y su deber es prestar servicio a la ciudadanía. Por ello, se niegan a participar en acciones que "contribuyan a aumentar las desigualdades y miserias que sufre la clase trabajadora". También los bomberos catalantes anunciaron ayer que también se negarán a participar en más desahucios en Cataluña

Durante toda la mañana, medio centenar de personas permanece concentrados ante el piso de Aurelia Rey. Mientras, su abogado ha reanudado las negociaciones con la Xunta para la búsqueda de una solución a este caso. La octogenaria de A Coruña  ha pedido una vivienda en el entorno de su actual casa, tras haber rechazado este martes dos de los pisos de alquiler social que le propuso el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS). La mujer, recibida entre aplausos cuando ha salido a la calle para atender a los medios de comunicación, ha manifestado sentirse "cansada", pero "bien". También ha atribuido su decisión de rechazar los dos pisos que le ofreció el IGVS, uno en el barrio de Eirís y otro en el de Novo Mesoiro, al hecho de que están lejos del entorno donde se desenvuelve. "Si me tengo que ir que sea por aquí", ha añadido al reclamar un piso próximo al entorno donde ella vive en la actualidad, el número 9 de la calle Padre Feijóo, situada en el centro de A Coruña.

Su desalojo estaba fijado para el lunes, pero no pudo llevarse a cabo por la presión social y tras dos intentos fallidos en los que se produjeron incidentes entre los concentrados, convocados por la Plataforma STOP Desahucios, y la Policía Nacional. Ayer, el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) ofreció dos pisos sociales a la mujer, uno ubicado en el barrio de Eirís y otro en Novo Mesoiro, pero que ella ha rechazado por su ubicación. Tanto su abogado, Antonio Vázquez, como la Plataforma STOP Desahucios rechazan también esta propuesta por estar las dos viviendas "en las afueras de la ciudad" y porque entienden que produciría "el desarraigo" del Aurelia del entorno en el que vive.