A Coruña se moviliza contra el cierre de su histórica fábrica de armas

El clamor es unánime en A Coruña contra el cierre de su histórica fábrica de armas, anunciado por sus actuales dueños, Santa Bárbara Sistemas, filial de la estadounidense General Dynamics. “Es debido a su falta de viabilidad”, alegó la empresa al presentar un plan de reestructuración que incluye el despido en un mes de unos 700 trabajadores en sus factorías en España (180 en A Coruña) y una regulación de empleo para otros 500 en un plazo de tres años. En total la mitad de su plantilla nacional. “Estamos asistiendo al desarme de la industria española armamentística”, se indignó ayer el alcalde coruñés, Carlos Negreira, del PP, al prometer “pelear” para evitar la desaparición de esta industria. Pero en realidad su futuro pende de un hilo desde la privatización del grupo en 2001, decidida por el entonces Gobierno de Aznar, y su venta a la multinacional norteamericana. “Ha conseguido lo que se proponía: cargarse la industria de defensa terrestre de España y eliminar la competencia, haciéndose con su mercado”, sentenció el presidente del comité de empresa de la factoría coruñesa, Roberto Teixido.

Todos están a la espera de que el Ministerio de Defensa, dueño de las instalaciones de Santa Bárbara y principal cliente de General Dynamics, mueva ficha para impedir “una liquidación”, en palabras de Negreira, que la multinacional achaca a sus pérdidas de 2012 por los recortes continuos en pedidos del Gobierno español, entre otros clientes.

“Es imprescindible un compromiso y una estrategia políticos” para dar la batalla y frenar los planes de la norteamericana, subraya Teixido al rechazar tajante la falta de viabilidad de la factoría coruñesa, que además de armamento y suministros, también ha empezado a diversificarse en la producción e investigación de alta tecnología. Es el centro de Santa Bárbara Sistemas que más cartera de contratos tiene para este año, junto con el centro de Palencia que será vendido a otra multinacional. “Aunque ya vimos cómo en enero empezó a paralizar los pedidos” y reducir así el índice de producción, lamentó el comité de empresa.

Pero en ese frente local que se propone abrir Negreira, quien ha convocado para hoy a los portavoces municipales y prometió para el lunes una reunión de los trabajadores con la Xunta, el Ayuntamiento cuenta en la recámara con un cartucho, el urbanístico, que el alcalde está dispuesto a utilizar para intentar forzar la negociación de alternativas al cierre entre Defensa y la multinacional estadounidense.

Las instalaciones de Santa Bárbara en A Coruña, inauguradas por Franco en 1958, ocupan una superficie equivalente a 35 campos de fútbol (350.000 metros cuadrados). Apenas se usan un 60% y General Dynamics presentó en 2009 un plan de traslado a otros terrenos, también públicos, de A Coruña para ahorrar costes que tras muchas vicisitudes nunca acabó por culminar. La crisis del ladrillo hizo mella también al restar cualquier rentabilidad a liberar de su uso industrial un enorme solar a la entrada de la ciudad y junto a la ría, en el barrio de Palavea, cuyo desarrollo urbanístico, en pleno bum de la construcción, se ha frenado ahora en seco.

Hace apenas año y medio, y después de que la compañía firmase en 2010 un acuerdo que reconocía la viabilidad de la factoría coruñesa, el Ministerio de Defensa prorrogó hasta 2016 el convenio que permite a General Dynamics seguir ocupando las actuales instalaciones de A Coruña.

Carlos Negreira reiteró ayer en su reunión con el comité de empresa su intención de utilizar esa arma urbanística para “pelear codo con codo en no perder empleo industrial”. Quiere que se busquen alternativas para la factoría y volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de volver a negociar con la multinacional un traslado de su producción a otro lugar. Pero otra vez, todo depende de que mueva ficha Defensa y presione, como cliente y propietaria de las instalaciones, a General Dynamics.